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La Habana, 31 ago.- Un mensaje de gratitud al General de Ejército Raúl Castro Ruz, porque en el tiempo de su mandato como Presidente tomó todas las determinaciones para la restauración del Capitolio Nacional, transmitió el historiador Eusebio Leal Spengler, y luego comenzaron a descorrerse las lonas que cubrían la cúpula de esa monumental obra, al ser concluida.

El también diputado y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba aclaró que con la actividad no se celebra un acto inaugural, sino que sería un momento para exponer lo alcanzado hasta la fecha para no dejarlo pasar desapercibido.

«Hoy, sencillamente, llenamos una expectativa del pueblo de La Habana, en el año en que se conmemora el aniversario 500 de su fundación. Sabemos que nuestra gente ha estado todo el tiempo pendiente a lo que pasa allá arriba», comentó el intelectual, quien ha dedicado sus principales esfuerzos al rescate del centro histórico de la capital.

Explicó que la restauración de la cúpula fue concebida de dos maneras: una de carácter estructural, para reparar todo el esqueleto arquitectónico de la edificación, y otra de forma restaurativa, para imponer el sello original de sus elementos, de acuerdo con las fotografías de la época, respetando el laminado en oro de su origen.

Agregó: «Muchos se han preguntado qué ocurre bajo esa tela blanca. ¿Cuál es el misterio de la tela roja? Es muy sencillo, esas lonas cubren las estrictas medidas de seguridad de quienes trabajan. Segundo, protege del deslumbramiento del sol sobre las planchas de metal y el oro. De lo contrario, los artistas, los técnicos, quedarían ciegos. Por otra parte, es necesario cuando se aplican estos materiales que exista un clima propicio para el trabajo y, sobre todo, que no llueva sobre la obra que se está realizando».

Precisó que el acto inaugural del Capitolio Nacional, una vez concluida su reparación, será oficialmente anunciado y que se espera realizar en el marco de las festividades patrias del mes de octubre, o cercano a la fecha fundacional de la Villa de San Cristóbal de La Habana, para el 16 de noviembre.

Por último, agradeció a quienes laboran incansablemente por concluir la obra, en especial a los arquitectos e ingenieros. También a los expertos rusos, encargados de colocar en esa bóveda láminas bañadas en oro sobre planchas de cobre, tal como tuvo el monumental edificio hace 90 años. Igualmente le dedicó este regalo a los habaneros, muchos de ellos presentes para ser testigos del acontecimiento.

A más de 90 metros sobre el nivel de la calle laboraron los obreros que repararon la cúpula. Ellos realizaron labores de limpieza en la fachada, fortalecieron las estructuras de hormigón y acero, y rescataron elementos decorativos. Esta institución es hoy la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular. (Granma)