Foto: CadenagramonteQuizás por tenerla tan cercana dentro de nuestras cavidades bucales, muchas personas no le dan la importancia merecida a la lengua, un órgano con 17 músculos, que constituye uno de los más fuertes, flexibles y rápidos de nuestro organismo, con importantes funciones.
Entre ellas, está presente el sentido del gusto, la masticación, la deglución y el lenguaje, o sea, que sin su ayuda sería difícil la comunicación entre los seres humanos.
Son razones suficientes para prodigarle especiales cuidados, sobre todo si se tiene en cuenta que alrededor del 50 % de las bacterias de la boca están en la superficie de la lengua, por lo cual los especialistas recomiendan practicar una limpieza de manera frecuente para prevenir enfermedades y patologías relacionadas.
Publicaciones digitales especializadas afirman que ese órgano como promedio mide aproximadamente unas 3,9 pulgadas de largo, tomando en cuenta desde la parte más profunda hasta la punta.
Y queda desmentida la calumnia de que las mujeres son más “lenguilargas” que los hombres, pues la realidad es que el músculo en el sexo femenino es mucho más corto que el de los varones.
Puede ser que el conocimiento de esa verdad haga pensar a alguien que los caballeros pudieran superar a las féminas en eso de los comentarios “picardiosos” por llamarlos de algún modo, porque así es el cubano de bromista y chispeante.
Pero también hay otras curiosidades, cuando alguien permanece callado generalmente se le pregunta si el ratón le comió la lengua, pero la frase original es "el gato te comió la lengua" y se dice que es una frase popular de origen inglés.
No obstante, muchos otros aseguran que se utilizó hace dos mil 500 años en la antigua Asiria, en donde a soldados vencidos y criminales se les cortaba y con ella se alimentaba al gato del rey.
De acuerdo con especialistas, como las huellas digitales, no hay alguien que tenga una lengua igual a la de otro individuo, por lo que también se convierte en un elemento de identificación, en tanto si se obviara su limpieza periódica, aparecería el riesgo de dolencias como ataques al corazón, neumonía, diabetes, osteoporosis e incluso, infertilidad en los hombres.
Y sorprendente, ella es el único grupo de músculos voluntarios que no se cansa ni se fatiga a pesar de estar en constante movimiento y las llagas y heridas pequeñas desaparecen en poco tiempo gracias a sus tejidos formadores y el constante contacto con la saliva de la boca.
Eso sí, solo capta el gusto gracias a las papilas gustativas, pero no el sabor, porque para poder distinguirlo bien se precisa del olfato y es por eso que ante resfriados, la persona no logran percibirlos con nitidez.
Algo llamativo resulta el significado que adquiere sacar la lengua, según la cultura y el país, pues en muchas naciones ese acto es un gesto de burla y en otras partes del planeta como la India y el Tibet, resulta señal de bienvenida o respeto.
Conocido esto, si a la llegada a la casa de un amigo o de subida al camello percibe que alguien le saca la lengua, no se ofenda, puede ser que le esté prodigando sus parabienes y deseándole una feliz estancia. (Cadenagramonte)
