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Washington, 26 nov.-Tras enviar mensajes muy diferentes a sus compatriotas con motivo del Día de Acción de Gracias, el presidente estadounidense, Donald Trump, y el mandatario electo, Joe Biden, planean pasar la fecha con sus respectivas familias.
Biden insistió a la población norteamericana que no se reúna en grupos de más de 10 personas en un esfuerzo por mitigar la propagación de la Covid-19, que ya dejó en la nación norteña más de 12 millones 778 mil 930 casos, mientras la cifra de muertos supera los 263 mil 700.

Mientras el político demócrata suplicó a sus compatriotas que celebraran de manera segura usando máscaras y con distanciamiento social, Trump los instó a 'reunirse' en su mensaje con motivo de este feriado.

'Animo a todos los estadounidenses a que se reúnan, en hogares y lugares de culto, para ofrecer una oración de agradecimiento a Dios por nuestras muchas bendiciones', dijo en un comunicado el gobernante, quien también sufrió la Covid-19 recientemente.

Biden estará este jueves en la pequeña ciudad costera de Rehoboth, Delaware, donde él y su esposa Jill tienen una casa de vacaciones.

La próxima pareja presidencial publicó hoy un artículo de opinión en la cadena CNN con motivo de estos festejos en el que les desean a todos sus compatriotas unas felices fiestas, incluso si las personas están separadas de su familia en medio de la pandemia.

Ambos agradecieron a los trabajadores de la salud, educadores e investigadores de primera línea por su aporte en la lucha contra la crisis sanitaria que enfrenta el país.

En una intervención pública realizada ayer, Biden reconoció que muchas instalaciones hospitalarias locales corren el riesgo de colapsar debido a la pandemia, 'esa es la pura y simple verdad'.

Trump ignoró con frecuencia las advertencias de salud pública y alojó en los últimos meses a grandes grupos en la Casa Blanca, sin cumplir las medidas sanitarias pertinentes.

Además de Trump, varios otros estadounidenses prominentes, incluida la primera dama Melania y miembros del Congreso, dieron positivo a la Covid-19 después de tales eventos.

A pesar de no haber concedido aún la elección, Trump acordó dejar que la transición de Biden proceda oficialmente, despejando el camino, por ejemplo, para que el exvicepresidente reciba informes de inteligencia de alto nivel.

Pero el mandatario republicano prosigue con sus afirmaciones sin fundamento sobre el fraude electoral, mientras que sus asesores legales realizan esfuerzos adicionales para anular el resultado, con poco éxito.

Al respecto, el especialista en leyes electorales Rick Pildes señaló al diario The Hill que desde poco después del 3 de noviembre quedó claro que la campaña de Trump carecía de las pruebas necesarias para que un tribunal anulara el resultado, y sus acciones en ese sentido cada día tienen menos probabilidades de éxito. (PL)