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Foto: JITFoto: JITLima, 1ro ago.- Alejandro de la Cruz y Huber Godoy se estrenaron en Juegos Panamericanos y lo hicieron por lo alto al convertirse hoy en los últimos medallistas de una gimnasia cubana que antes festejó con plata de Yesenia Ferrera en el Polideportivo Villa El Salvador.

Pinareño uno y espirituano el otro, con 20 y 21 años, dueños de premios bronceados en el salto y la barra fija, además de un montón de sueños por cumplir, Alejandro y Huber se despedirán de esta ciudad con emociones encontradas.

Felices por sus triunfos individuales, pero nostálgicos porque querían más como equipos, y quizás por eso es que ambos coinciden en señalar que este es un triunfo de todos, de sus compañeros de equipo, sus entrenadores y quienes le apoyaron en los muchos momentos vividos para llegar hasta aquí.

Alejandro promedió 14,183 puntos en los dos saltos que ejecutó y subió a un podio en el que le aventajaron dos hombres mucho más conocidos y experimentados: el dominicano Audrys Nin (14,416) y el guatemalteco Jorge Vega (14,383).

«Mis metas están más allá, sé que puedo, tengo las potencialidades y los profesores lo saben», dijo un tímido Alejandro, quizás aún sin interiorizar el significado de un premio que le sitúa ya en la historia de estas citas.

Para Huber la jornada se convirtió en un regalo para los 21 años cumplidos hace dos días, lo toma además como un buen augurio para la próxima llegada de Jazmín que ya tiene nombre escogido y un padre campeón.

Nota de 14,200 unidades, solo superada por los 14,566 y 14,533 de Francisco Carlos Barretto y Arthur Nori Mariano, integrantes de un equipo brasileño que compitió aquí con su principal equipo olímpico.

«Cuando abracé a mi entrenador al saber el resultado solo estaba pensando en la medalla, fue un momento feliz», aseguró Huber, mucho más desenvuelto que su compañero Alejandro, pero igualmente convencido de que es este un resultado de todos.

«Ahora nos queda entrenar más, trabajar más porque solo así se consiguen los resultados», añade con modestias tras confesar que es la barra uno de sus aparatos preferidos juntos a las paralelas y el caballo con arzones.

Pese al par de premios como despedida los gimnastas cubanos añoraron aplaudir a Randy Lerú, quien suplía en el liderazgo a un Manrique Larduert que quedó en La Habana recuperándose de sus lesiones.

Randy era el llamado a brillar en la barra, y podía hacerlo de sobra porque es superior a los presentados ahora, sin embargo una dolorosa caída en el Concurso I cuando ejecutaba uno de los elementos de suelta le alejaron de todo sueño.

Desde ese momento ya nada tuvo sentido para él. Un octavo lugar en el all around individual y una también discreta actuación hoy en la final de salto, completaron un desempeño lejos de lo añorado.

Entre las muchachas se vivió algo parecido con Marcia Videaux, quien defendía la corona del salto y accedió a la final como reserva, para luego cerrar en el octavo puesto.

Yesenia ocupó el espacio y acaparó titulares con la medalla de plata, para mantener a Cuba entre los premiados históricos de ese aparato. (Con información de JIT)