Salud
La tasa de mortalidad infantil en Cuba descendió en 2023 a 7,1 por mil nacidos vivos, resultado palpable del esfuerzo de los más de 400 mil trabajadores del sector, informó hoy el Ministerio de Salud Pública, Minsap. De acuerdo con la nota publicada por esa cartera, lo que pudiera parecer más que simples cifras, datos y estadísticas planas, resume el desvelo y la entrega de quienes en su diario quehacer dibujan sonrisas y esperanzas en las familias cubanas.
Son horas, días y largas noches de sacrificio, guardias médicas, consultas especializadas, de trabajo comunitario e intersectorial, visitas en los hogares y acompañamiento a las madres, entre otros permanentes protocolos del Minsap, precisa el texto.
“Cuando el mundo exhibe cifras alarmantes y tristes, incluso en países desarrollados, esta disminución de las muertes en niños en Cuba, constituye todo un regalo al pueblo, pues se trata de vidas salvadas, de defender lo más preciado que posee el ser humano, y mucho más si de recién nacidos se trata”, subraya la nota..
La jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI), Catherine Chibás, indicó que son 74 fallecidos menos que en el 2022, cuando se reportó una tasa de 7,5.
Agregó que seis provincias alcanzaron números inferiores a la media del país, donde los mejores indicadores corresponden a Pinar del Río con 3,1; Artemisa con 3,9; Holguín con 4,7; Sancti Spíritus con 4,8; Villa Clara con 5,7 y Matanzas con 6,9».
En tal sentido destacó que el pasado año 25 municipios no reportaron fallecidos menores de un año, al tiempo que insistió en la trascendencia humana de esos parámetros tanto para las familias cubanas y todo el personal de la salud en una etapa compleja y retadora para todos.
Según datos preliminares, se reporta al cierre del año 90 mil 374 nacidos vivos, y una disminución de la tasa de mortalidad preescolar, de 4,1 a 3,6 por 10 mil habitantes, con 35 fallecidos menos en este grupo de edad.
También se reduce la escolar de 2,4 a 2,1 por 10 mil habitantes, representando 28 decesos por debajo respecto al año precedente.
Otro dato importante fue el descenso de la tasa de mortalidad infantil por defectos congénitos que descendió de 1,0 por mil nacidos vivos al cierre del 2022, a 0,7 en el año que recién concluyó, la cual constituye la más baja registrada por malformaciones congénitas en Cuba y el mejor indicador de su tipo en las Américas, resaltó la especialista.
Sobresale en la valoración cómo en los últimos ocho años la tasa de transmisión materno infantil del VIH ha sido igual o menor al dos por ciento, y se mantienen las condiciones que acreditaron a Cuba como primer país que eliminó la transmisión materno infantil de VIH-Sida y sífilis en la región.La tasa de mortalidad infantil en Cuba descendió en 2023 a 7,1 por mil nacidos vivos, resultado palpable del esfuerzo de los más de 400 mil trabajadores del sector, informó hoy el Ministerio de Salud Pública, Minsap.
(Trabajadores)
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A Elda le tocaba trabajar en el turno de 3:00 a 11:00 de la noche en el antiguo servicio de emergencia, edificio en el que radica actualmente el laboratorio provincial de Higiene y Epidemiología, cuando recibe un mensaje ultra secreto: cámbialo para otro horario porque te necesitamos para curar a un revolucionario herido en una pierna y en las manos.
Nunca ha olvidado que los primeros auxilios fueron prestados en la casa de esa persona y después la trasladaron a la clínica, donde radica hoy el hospital militar Doctor Octavio de la Concepción y de la Pedraja, en el reparto Garrido.
Esta fue una de las primeras de varias facetas como combatiente de la lucha clandestina aquí en Camagüey, ciudad a la que llegó con 27 años, procedente de Bayamo, su tierra natal, y echó raíces aquí hasta hoy, con 97 años, cumplidos el pasado 10 de octubre.
La venta de bonos del Movimiento 26 de Julio para la recaudación de fondos destinados a la causa destaca también entre los hechos de estricta confidencialidad conocidos por ella.
Mientras, aseguró que jamás se sintió perseguida por la atención que asumió en el trabajo clandestino, “aunque compañeros con los que interactuaba me decían: tienes que hacer las cosas con mucho cuidado”.
En el primer apartamento de la cuartería de la calle Santa Rita #9, Elda se estableció hace muchísimos años. A su mente asoman los estudios de la especialidad de Enfermería en el hospital Calixto García, de La Habana, donde finalizó la carrera, después de las pruebas de ingreso realizadas en Camagüey.
Con los años Elda Dionisia Tamayo-Saco Varona, después de permanecer un tiempo en la clínica de Garrido –explicó— ayudó mucho a la apertura del hospital Manuel Ascunce Domenech, junto a la condiscípula guantanamera Isabel Leyen, quien estudió en La Habana también.
Muchos años laboró en la sala de neurocirugía del Manuel Ascunce y después pasó al servicio de Oftalmología, donde permaneció 26 años hasta jubilarse, debido a tener a su abrigo la mamá, una señora de avanzada edad.
Ella admite que la memoria empieza a fallarle. “Recuerdo algunas cosas, otras no; pero siento el orgullo de haber aportado mi granito de arena al triunfo de la Revolución”.
Entre sus planes –casi inmediatos—aparece la posibilidad de trasladarse a vivir definitivamente a Bayamo junto a Clemencia, la única hermana que queda, acompañada de familiares.
(Cadena Agramonte)(Foto: Humberto Cid González)
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