Foto: CadenagramonteLa Habana, 28 sep.- El pelotero espirituano Frederich Cepeda se convirtió en el jugador 24 —el mismo número de su uniforme— en arribar a la mítica cifra de dos mil hits en Series Nacionales de Béisbol (SNB) de Cuba.
Subtitular del Primer Clásico Mundial de la disciplina en 2006, Cepeda, logró la hazaña en el quinto inning del partido de sus Gallos ante el local Cienfuegos, en el estadio 5 de Septiembre, a 233 kilómetros de distancia de esta capital.
La secuencia en busca de la hazaña fue la siguiente: el jardinero recibió boleto en la primera entrada, falló en línea al bosque izquierdo en el tercer capítulo y disparó cañonazo entre primera y segunda bases, a las 3:54 p.m., frente al pitcher Carlos Damián Martínez, cuando su equipo perdía 1-4 en la pizarra de la instalación deportiva.
En su vigesimosegundo campeonato, el bateador ambidextro se erigió como el cuarto espirituano en este grupo: Lourdes Gurriel (2026), Eriel Sánchez (2082) y Yunier Mendoza, quien lo consiguió en esta propia temporada, el lunes 26 de agosto, con cuadrangular ante el pitcher derecho mayabequense Yadián Martínez, en su turno seis mil 170 de por vida.
La campaña 59 luce histórica para Frederich, campeón olímpico, mundial y panamericano, además de líder absoluto en boletos recibidos en clásicos domésticos, pues el sábado 24 de agosto protagonizó su jonrón 300 en SNB, a las 14:33, hora local, en el José Antonio Huelga, frente al lanzador Maikel Martínez, de Isla de la Juventud.
Cepeda, que también tiene experiencia (e indiscutibles conectados) en el Béisbol de México y Japón, demuestra estar en óptimas condiciones para integrar el equipo Cuba al torneo Premier 12, previsto del 2 al 17 de noviembre venidero, con carácter de preolímpico rumbo a Tokio 2020.
Hace unos meses, el espirituano, considerado uno de los mejores peloteros cubanos del siglo XXI, quedó fuera de la nómina antillana que asistió a los Juegos Panamericanos de Lima 2019, donde la selección dirigida por Rey Vicente Anglada rubricó una negativa actuación, al concluir en el sexto escaño. (Tomado de Cadenagramonte)