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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteLa Habana, 4 mar.- Bajo el nombre ¿Existe el síndrome de La Habana?, sesiona en esta capital un evento científico internacional para debatir sobre los alegados incidentes de salud reportados por diplomáticos de Estados Unidos desde finales de 2016.

Este encuentro, que cuenta con la participación de especialistas de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido, lo organiza la Academia de Ciencias de Cuba en coordinación con el Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO), precisa el diario Juventud Rebelde.

Mitchell Valdés-Sosa, director del CNEURO, informó que el evento se transmite directamente por el canal de Youtube del Ministerio de Salud Pública de Cuba y el objetivo es llegar a la verdad con una discusión científica franca.

Destacó las diferentes opiniones expuestas en el foro, iniciado el lunes, y el carácter crítico y respetuoso con que se están debatiendo las evidencias científicas para llegar a las mejores conclusiones.

Tal realidad se contrapone con el espíritu que prevaleció desde que se dieron a conocer las supuestas afectaciones a los diplomáticos, pues Washington utilizó el tema con propósitos políticos para acusar a Cuba como agresora, sin prueba alguna de los hechos, advierte el rotativo.

Refiere que, al mismo tiempo, la administración Trump ha impedido de manera constante que la comunidad especializada de ambos países discuta los temas sobre bases científicas, porque no le interesa ni conviene a sus intereses políticos conocer ese punto de vista sobre lo realmente sucedido.

Según el periódico, los principales científicos estadounidenses involucrados en la investigación actúan sin independencia y están subordinados a las indicaciones del Departamento de Estado y ninguno asiste al evento cubano, programado hasta este 3 de marzo, lo cual evidencia el control político de su Gobierno sobre ellos.

Destaca que las evidencias científicas que se presentaron en la primera jornada del encuentro desestiman claramente las teorías que ha enarbolado el Departamento de Estado de EE.UU. como justificación para el retroceso en las relaciones bilaterales con Cuba que se ha estado dando desde entonces.

Desacreditada la teoría primaria de los "ataques sónicos", la campaña contra Cuba fue evolucionando, y en la prensa comenzó a llamársele "el síndrome de La Habana".

La búsqueda de lo sucedido ha sido obstaculizada por Estados Unidos que nunca ha permitido el acceso directo a los pacientes y apenas los especialistas cubanos y los independientes estadounidenses y de otros países sólo tienen los estudios realizados por las universidades de Pensilvania y Miami.

En septiembre de 2019, un estudio encabezado por el doctor Alon Friedman, del Departamento de Neurociencias y Pediatría Médica de la Universidad de Dalhousie, Canadá, alegó que "agentes neurotóxicos usados en la fumigación con pesticidas" pudieron ser la causa de los problemas de salud que reportaron diplomáticos canadienses mientras estaban acreditados en Cuba.

Durante un encuentro celebrado el pasado mes de julio en La Habana, los investigadores canadienses compartieron su tesis, de forma preliminar, con las autoridades cubanas y el Comité de Expertos que estudia las alegaciones estadounidenses.

Los expertos cubanos consideraron entonces que la hipótesis presentada por el equipo canadiense es un intento serio para explicar los síntomas reportados mediante la investigación científica, aunque era prematuro llegar a conclusiones. (Cadenagramonte)

Dr. C. Médicas Luis Velázquez Pérez, neurólogo y neurofisiólogo. Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba y director fundador de la Red Panamericana de Ataxias Hereditarias.

Dr. C. Pedro Valdés-Sosa, vicedirector general del Centro de Neurociencias de Cuba.

Profesora de Psiquiatría Janina Galler, de la Escuela Médica de Harvard, en Boston.

Dr. Mark M. Rasenick,  profesor emérito de Fisiología y Biofísica y Psiquiatría en la Universidad de Illinois,  Chicago, e investigador del Jesse Brown VA Medical Center, en Chicago.

Foro científico internacional sobre los alegados incidentes de salud reportados por diplomáticos de Estados Unidos desde 2019.