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La Habana, 21 abr.- Más del 70 % de los pacientes pediátricos positivos a la Covid-19 en Cuba desarrollan la enfermedad de manera asintomática, lo que llama la atención sobre la necesidad de cuidarlos, porque si bien no son muy afectados inciden mucho en la propagación de la enfermedad, dijo una experta.

Hasta el domingo último se había diagnosticado con la enfermedad a 124 pacientes en la edad pediátrica (hasta los 18 años), lo que representa solo 0,04 % del total de la población en este rango de edad en el país (más de dos millones 400 mil personas), pero al mismo tiempo significa el 11 % del total de enfermos de Covid-19 en Cuba (mil 087), dijo Lisset López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría.

La especialista subrayó que si bien los niños y adolescentes no tienen tanta afectación biológica, sí son impactados socialmente, porque no van a la escuela, no pueden salir a socializar y, además, conviven con personas que son vulnerables y a las cuales pueden transmitirles el SARS-CoV-2.

López González señaló que, en el caso cubano, los niños pequeños no se enferman, ni los pacientes de riesgo, pero los adolescentes sí y la familia tiene la responsabilidad de cumplir lo que está establecido respecto al aislamiento social y las medidas de higiene.

Aclaró que aunque en el país la letalidad es ínfima, para la familia que le ponga nombre a ese número representa mucho y es muy triste, y que en el caso de Cuba cinco pacientes han tenido que recibir oxígeno-terapia y uno, ventilación mecánica, esta ultima una niña de nueve meses que actualmente evoluciona dentro de la gravedad.

Agregó que la experiencia cubana incorpora a los protocolos la inserción de intensivistas en equipos de trabajo desde tiempos muy tempranos lo que ha dado resultados favorables, puesto que el 10 % de los pacientes ha tenido neumonía y la evaluación precoz ha permitido que ninguno haya tenido que pasar a la fase superior de gravedad.

Explicó que las manifestaciones clínicas de la Covid-19 en los pacientes en edad pediátrica en Cuba han sido muy floridas, desde la tos y fiebre comunes hasta otitis media, cuadros de diarrea, rash e incluso un cuadro neurológico inespecífico.

Agregó que ante esa realidad se establecido una estrategia para los servicios pediátricos, desde el primer nivel de atención para clasificar a los pacientes, minimizar la subjetividad en la clínica y clasificar tempranamente a los posibles sospechosos.

La Jefa del Grupo Nacional de Pediatría aclaró que los esquemas de vacunación continúan, porque hay que seguir protegiendo a la población pediátrica de otras infecciones, solo se pospone la segunda etapa de la campaña antipolio.

Llamó a la población a confiar en las fortalezas del sistema de Salud cubano que puede hacer su propia historia en el tratamiento de esta enfermedad, concluyó la especialista. (Cadenagramonte)