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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteLa Habana, 30 jul.- “(...) ustedes lo que han llevado con las misiones es una luz de esperanza, una luz de afecto y una luz de solidaridad (...)”. Así dijo el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los colaboradores de la Salud que, como parte del Contingente “Henry Reeve”, enfrentaron a la Covid-19 en la ciudad italiana de Turín y en San Vicente y las Granadinas, con quienes se dio cita este miércoles de julio en el Centro Internacional de Salud “La Pradera” para darles la bienvenida a casa.

Es esa la esencia que definitivamente nos define y arma como nación y que ha dado la vuelta al mundo con más fuerzas en estos difíciles meses de enfrentamiento a la pandemia; porque para nuestro personal de la salud, “la medicina no es solo ciencia, es también humanismo”.

Tengo la certeza de que ustedes aprendieron mucho con esta experiencia –reflexionó el Jefe de Estado- y en ella hay sobre todo una enseñanza, un resultado muy enaltecedor, y es que además de aprender con todo lo vivido, “ustedes también entregaron mucho en las misiones que exitosamente han cumplido”.

Así, en un encuentro cargado de simbolismos y que ya se “nos va haciendo tradición”, el mandatario agradeció la oportunidad de poder compartir las experiencias tan ricas que traen nuestros profesionales de estos duros días de misión enfrentando la pandemia en países amigos y con las cuales se enriquecen todos los protocolos que se han desarrollado en Cuba. Además, les aseguró, sus vivencias nos aportan en el perfeccionamiento y nos permiten avanzar más.

“Estas dos brigadas con las que nos encontramos hoy tienen significación particular, tienen sus singularidades”, subrayó Díaz-Canel durante el encuentro, en el cual además de otras autoridades del país, participó también el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.

Como una “labor tremenda” consideró lo realizado por los 38 miembros del equipo que acudió a Turín. Ustedes fueron a uno de los escenarios más complejos en la propia Italia, comentó, y lo que hicieron allí ha tenido el reconocimiento del pueblo de Turín, del pueblo italiano y, en particular, de las autoridades de ese lugar.

Las imágenes que en días pasados daban la vuelta al mundo, cuando en su honor se iluminó la Mole Antonelliana -uno de los edificios más emblemáticos de toda Italia-, hablan de cuánto significó para ellos la presencia de ustedes allí. “Es un gesto muy bonito, un gesto muy preciado.”

Con especial júbilo destacó el desempeño de la brigada médica que arribó de San Vicente y las Granadinas, un lugar donde, “aunque no estaba tan complicado con la Covid-19”, la brigada fue acogida con mucha receptividad, con mucho cariño. Además de contribuir mucho a controlar la pandemia, los profesionales cubanos se vincularon también a otros servicios de asistencia médica.

“Son dos brigadas que dan mucho aporte a todas esas historias de vida y de solidaridad que hemos estado viviendo en tiempos tan complejos”, aseguró Díaz-Canel.

A ellos comentó luego el Jefe de Estado acerca de la manera en que Cuba se ha enfrentado a la epidemia, con una estrategia de Gobierno, con el aporte del personal de la Salud, del pueblo, y de los científicos, lo cual ha permitido demostrar la fortaleza de nuestras convicciones y de nuestro sistema de Salud.

A pesar de la complejidad de la enfermedad y el intenso bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos y sus constantes arremetidas contra nuestro país, hemos dado una lección de ejemplo sobre cómo un ideal Socialista, un país Socialista, donde la Salud es gratuita y de calidad, puede lograr los resultados que nosotros hemos tenido.

Sobre esos resultados y las buenas prácticas realizadas durante estos casi cinco meses en el país también les habló de manera distendida Díaz-Canel; sobre protocolos que poco a poco se fueron afinando y medicamentos biotecnológicos que se incorporaron a ellos y permitieron ir disminuyendo la letalidad, que no falleciera nadie del personal de la salud, ningún niño, ninguna embarazada... Aunque esos notables resultados no pueden conducirnos a la confianza, “porque la pandemia es muy retadora”, valoró al comentarles acerca de los sucesos que por irresponsabilidades lamentablemente han ocurrido en los últimos días.

La medicina es el ejercicio del humanismo

Fue este un nuevo encuentro para el agradecimiento, el recuento y las enseñanzas, donde escuchar las experiencias de nuestros colaboradores dejó la certeza de que, definitivamente, son héroes, nuestros héroes que siguen llegando a casa...  A casi una decena de ellos cediendo la palabra el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, y en sus voces cobraron vida las emociones de tantos meses.

Imposible no percatarse entonces del orgullo con que el doctor Julio Guerra Izquierdo, especialista en medicina General Integral y Nefrología, quien fungió como jefe de la brigada médica de Turín, habló de la esmerada labor que realizaron todos sus compañeros, y de manera especial los siete jóvenes, que nunca antes habían cumplido una misión internacionalista. “La mezcla de juventud y experiencia fue un factor clave también en los buenos resultados.”

El reconocimiento que se nos hizo en ese país nos enorgullece, aseguró, pero todo ello no es más que un premio a nuestro país, a la Salud Pública cubana. “Siempre tuvimos presente que, tanto lo que hacíamos bien, como lo que hacíamos mal, era en nombre de Cuba.”

“Éramos 38 cubanos representando la esencia de un país”, dijo luego el doctor René Aveleira Cutiño, especialista en Higiene y Epidemiología. Tal vez ahí, podríamos encontrar entonces la respuesta a cómo, en tan pocos meses, los profesionales que llegaron a Turín siendo simplemente los “compañeros”, dejaron tierra italiana siendo los “amigos”, como contó el licenciado en enfermería Leonardo Baños Carmona.

Es que en Cuba, ya lo sabemos, el método clínico resulta esencial para atender a los pacientes, porque el examen físico marca siempre las pautas en el tratamiento y define el modo de actuar de nuestros profesionales de la Salud. Esencias que fueron reconocidas también en tierras extranjeras y que evocó el doctor Miguel Acebo Rodríguez, especialista en Medicina General Integral y Neumología.

El doctor Luis Miguel Osoria Mengana, especialista en Medicina General Integral y Cirugía, uno de los más jóvenes que llegó a tierra italiana, comentó cuán gratificante le resultó la posibilidad de enriquecer con nuevos procedimientos su aprendizaje, en medio de la ardua labor realizada durante estos difíciles meses. “Sepan que pueden contar con los jóvenes para lo que haga falta.”

Al principio nos vieron como “extraterrestres”, rememoró el licenciado en enfermería Osmani Machado Rojas, especialista de primer grado en Atención Primaria de Salud y que integró la brigada que estuvo en San Vicente y las Granadinas. Según fueron pasando los días, dijo, fuimos ya “los profesionales de la Salud brindándole atención a un paciente”. En las calles y hospitales, el reconocimiento a Cuba no dejó de estar nunca, aseguró.

Definitivamente, con nuestros profesionales de la salud Cuba estuvo en Turín, como también en San Vicente y las Granadinas, y otras tantas naciones a donde han llegado a salvar vidas, a dejar esencias, nuestras esencias.

Y es que, como dijo el intelectual y periodista Enrique Ubieta Gómez, definido por el presidente Díaz-Canel como el cronista de la colaboración cubana en tiempos de pandemia, “cuando el médico toca la mano del paciente, cuando le habla con cariño, cuando hay una relación humana, el paciente se recupera más rápido, y eso no está en los libros, va más allá...” Y más allá, han sabido llevar todos ellos las esencias que bien aprendieron en casa. (Cadenagramonte)