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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteLa Habana, 10 sep.- En consonancia con la Estrategia Económica y Social aprobada por el Gobierno cubano a raíz de la crisis económica mundial generada por la pandemia, se implementan un grupo de medidas con el propósito de fomentar la producción de alimentos desde la industria, de gran impacto en la población y que constituye uno de los sectores estratégicos de la política concebida por el país.

Manuel Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria (MINAL), explicó hoy que, en correspondencia con los lineamientos del VII Congreso del Partido, se aprobó recientemente el Programa de Soberanía Alimentaria y Cultura Nutricional, donde se concibe, teniendo como base los criterios de organismos internacionales, los percápita de alimentos que necesita el ser humano para lograr un desarrollo equilibrado y sostenible.

A decir del titular, el MINAL destina dos mil 500 millones de toneladas de productos anualmente: un 30 % dirigida a la canasta familiar normada, el 25 % al comercio y a la gastronomía, en tanto solo el 1,5 % del total está encaminada a la exportación.

Destaca también que Cuba emplea 1,6 millones de USD diarios a productos básicos de la canasta familiar normada como la leche.

En el programa informativo Mesa Redonda trascendió que de las 16 medidas dentro de la Estrategia que corresponden al sector se han derivado 103 acciones con alcance a todo el sistema, principalmente, con el fin de fomentar la inversión extranjera, la diversificación de las producciones y el desarrollo de la industria pesquera.

Sobre la inversión extranjera, Sobrino Martínez informó que para 2030, según se concibe en la Política de Desarrollo, el 58 % de las inversiones tienen que efectuarse con capital extranjero, aspiración que se debe concretar, pues en la actualidad casi la mitad de las que se llevan a cabo lo cumplen.

Añadió que son 16 los negocios en operaciones donde participan empresas mixtas con producciones destinadas también al consumo nacional y entre las que sobresalen la comercialización de rones (Havana Club, Ron Santiago), cervezas, harinas de trigo y sémola y carnes en conserva.

La diversificación de las producciones es otro los objetivos de las medidas y en este esfuerzo se concentran los estudios de los dos institutos de investigaciones del ramo, los cuales priorizan el rescate de productos a partir de extensores y harinas de producción nacional, el desarrollo de alimentos para personas vulnerables y adultos mayores, principalmente.

Ejemplo de que la integración entre las diferentes entidades posibilita el incremento de la producción, es el comportamiento de la campaña de mango de este año, donde pese a la Covid-19 se procesaron 68 mil toneladas de esa fruta, 18 mil más que en 2019.

En ese aspecto, el Ministro reconoció el activo papel de las minindustrias como actores esenciales del proceso que busca fortalecer los sistemas agroalimentarios territoriales incluidos dentro del programa de Desarrollo Local.

Referido a los planteamientos de la población con relación al poco consumo de pescado en el país, Sobrino Martínez aclaró que si bien somos una Isla, internacionalmente la plataforma pesquera está disminuyendo debido al cambio climático, lo que ha propiciado que la producción acuícula se erija como tendencia mundial.

De ahí que la principal alternativa de crecimiento del sector pesquero es ese método de cría de organismos acuáticos, a partir de sus bajos costos si se le compara con otras fuentes de proteína animal.

Se conoció que se han recuperado hasta el momento 17 productos tradicionales, cumpliendo con una cantidad significativa de toneladas, cifra a la que no se llegaba desde la década del 90; además se trabaja con vistas a incorporar otros 10.

Por último, el Ministro dijo que el desafío que ha impuesto la pandemia es a su vez un estímulo para dar respuestas que impacten en el desarrollo económico y social de Cuba. (Cadenagramonte)