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Foto: Cadenagramonte.Foto: Cadenagramonte.Radio Cadena Agramonte festeja hoy con orgullo infinito su compromiso con el pueblo; un colectivo que llega hasta los lugares más intrincados de la geografía camagüeyana para dar luz y alegría a sus fieles escuchas.

¿Cuántos recuerdos guardan los pasillos de nuestra emisora? ¿Cuántas anécdotas de experimentados y principiantes? ¿Cuántas voces inolvidables que hoy no están, pero permanecen en la memoria?

En cada uno de sus hacedores vive la magia de la Radio. Estar detrás de un micrófono, intercambiar en vivo con obreros a pie de obra, sin importar cuán difícil sea la labor, es un verdadero privilegio.

La Radio camagüeyana ha acompañado siempre a su pueblo, y no ha sido una tarea fácil; cada momento ha visto el sacrificio y entrega de sus trabajadores, pero con fructíferas experiencias para recorrer un camino de seis décadas de retos y sueños, hasta encontrar la verdadera satisfacción del deber cumplido.

Y es que la Radio también es ese cosquilleo en lo más profundo del ser, el abrazo franco del oyente, o el sincero agradecimiento tras un reporte periodístico. 

Es, sencillamente nuestra casa grande, el lugar donde permanecemos horas planeando nuevas metas, preparándonos para el futuro, donde somos útiles a la sociedad; pero también somos una gran familia, compartimos la grandeza de una obra que se construye día a día en un empeño colectivo.

Todavía hoy me atrapan las historias de los abuelitos, esos oyentes de oro que creen en el amor y reciben de la Radio la noticia precisa, el saludo en la mañana, el cariño que desprende el éter.

A todos los radioescuchas que permanecen cerca del dial queremos dedicarles este día, porque son nuestra razón de ser, y por estar ahí, tan cerca de nuestras motivaciones. 

Para los que sentimos la Radio como nuestra, más allá de un oficio, nuestra meta es y será siempre, permanecer en el corazón de los camagüeyanos.(Cadenagramonte)