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 Foto: José M. Correa Foto: José M. Correa

Cuba es un referente en América Latina y el Caribe en materia de población y desarrollo, expresó Juan Carlos Alfonso Fraga, vice jefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), al presentar ayer el Informe Nacional diez años del Consenso de Montevideo en población y desarrollo.

Explicó que tal situación es resultado de un proceso de desarrollo socioeconómico y cultural, con condicionantes histórico-sociales que han conformado un patrón de comportamiento demográfico parecido al del conjunto de los denominados países desarrollados en el mundo, específicamente en el comportamiento de la fecundidad y mortalidad en la Isla.

Dijo que, en consecuencia, en la sociedad cubana se distinguen dos fenómenos muy característicos: el decrecimiento absoluto de sus habitantes y un acelerado envejecimiento demográfico, junto a una población que ha alcanzado un alto nivel de escolaridad, pleno empleo y cobertura total en seguridad social.

Puntualizó que los bajos niveles de fecundidad y de reemplazo poblacional se han logrado sin políticas impuestas, defendiendo y promoviendo todos los derechos de la mujer, de la familia, en particular en salud reproductiva y sexual, así como de participación social, que no tienen muchos países de la región.

El Vice jefe de la ONEI destacó, por ejemplo, que la Mayor de las Antillas logró superar la emergencia sanitaria de la COVID-19 con el desarrollo y la aplicación de vacunas propias, junto a otros medicamentos que salvaron al país, a pesar del recrudecimiento del criminal bloqueo económico del Gobierno de EE. UU., que dura ya más de 60 años, y de los obstáculos generados por la inclusión de la Isla en la ilegítima lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado yanqui.

Tras calificar el informe de valiosa herramienta, fruto del trabajo colectivo de entidades, organismos gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, dijo que refleja la labor actualizada de los últimos diez años en los temas de población y desarrollo, pero que no es complaciente, al abordar también un grupo de retos y problemas que se deben solucionar y atender.

Destacó que la tasa de mortalidad infantil de Cuba fue, el pasado año, de 7,5 fallecidos menores de un año, por cada mil nacidos vivos, una esperanza de vida al nacer de 77,70 años, el 77,1 % de la población reside en zonas urbanas y son bajos los niveles de fecundidad (44 años por debajo del reemplazo generacional).

En contraste, se mantienen valores altos para la fecundidad adolescente, de 50,6 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 49 años de edad, en tanto el fenómeno del envejecimiento se fija en que el 22,3 % de la población cubana tiene 60 años y más.

El denominado Consenso de Montevideo constituye el acuerdo más avanzado sobre población y desarrollo a nivel internacional, y es la hoja de ruta para la integración plena de la población y su dinámica de desarrollo sostenible, el cual fue firmado por 38 de los 46 países de la región.

Incluye más de 120 medidas prioritarias, que se refieren a garantizar que los partos sean seguros, la salud sexual y reproductiva de las personas, la vida libre de violencia, el envejecimiento y la protección social, y que todos los grupos poblacionales estén en el centro de las agendas de desarrollo de los países.

Cuba deberá presentar este Informe en la V Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional de Población y Desarrollo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de la ONU, prevista para el próximo año en Colombia.

(Cubadebate)