¡Camagüeyanos! La sucesión de embestidas de Estados Unidos contra Cuba, a partir del triunfo revolucionario de 1959, tiene en la invasión mercenaria por Playa Girón una marca no por el ataque armado en sí, sino por la demostración de discernimiento y firmeza política de quienes defendieron esta tierra y de un Ejército Rebelde, que como pueblo uniformado con su Comandante en Jefe al frente les respaldó.
Tal arrojo y tal decisión en medio de la metralla, validaron y rubricaron con sangre el carácter socialista de la Revolución Cubana, declarado horas antes del desembarco como radicalización de un proceso de masas indetenible, capaz de enfrentar y vencer a las fuerzas que se le opusieran, como así fue.
En Girón, los gobernantes y jefes militares de la época en Estados Unidos, con su Agencia Central de Inteligencia en medio, subestimaron el coraje y determinación de los cubanos que convirtieron aquella prueba de fuego en la primera gran derrota militar del imperialismo en América Latina.
Es precisamente ese legado, el que marca el sendero para, frente a los ataques y necedades de Washington hacer partícipe de la batalla y acción a la inmensa mayoría de un pueblo, que en los momentos actuales enfrenta una de las más duras embestidas contra el desarrollo y la estabilidad.
Para Cuba esta victoria revistió de duro acero moral el espíritu de lucha popular, fortaleció la conciencia antiimperialista y consolidó el socialismo.
A 63 años de distancia, la Isla afronta el nuevo embate del imperio, que se esfuerza por asfixiar y destruir a la nación, sin embargo, no hay dudas de que somos un ejemplo de resistencia ante los múltiples obstáculos y agresiones, lo que nos lleva a considerar el combate continuo como parte de la vida cotidiana
Para quienes practican la filosofía del fin justifica los medios, da lo mismo involucrarse en guerras sucias, ataques terroristas, asalariar grupúsculos, aprovechar las nuevas tecnologías, o incluir a Cuba en espurias listas, ya que cualquier instrumento puede ser utilizado para ejercer presión contra la Revolución.
Las batallas por preservar la independencia no cesan, y junto a la cuota de dolor y sacrificio que han impuesto, se yerguen la unidad, resistencia y heroísmo de quienes están decididos a defender las conquistas alacanzadas, como en Girón, a sangre y fuego, mucho más como dijera Díaz-Canel al clausurar el XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, en momentos en que las nuevas generaciones encontraron su Moncada y lo asaltan todos los días.
Hoy el escenario bélico no declarado por Estados Unidos contra la mayor de las Antillas se manifiesta en los ámbitos económico, político y cultural, anque no se trate de un campo de batalla tradicional con metralla, las consecuencias son igualmente graves, incluyendo la pérdida de vidas debido al bloqueo, que afecta, entre otros aspectos, el suministro de medicamentos y materias primas.
En este nuevo aniversario de la victoria de Playa Girón se ratifica con vergüenza agramontina, que en el legendario Camagüey como en toda Cuba se sigue en la batalla, para que aquí siempre brille el sol y para pervivir como pueblo fidelista de ¡Patria o Muerte!, seguros que venceremos. (Foto: Tomada de Internet)
