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plaza trabajadoresplaza trabajadoresSanta María del Puerto del Príncipe llega hoy a su aniversario 503. Aunque añeja, la villa rejuvenece junto al devenir de su pueblo, en perfecta armonía entre Historia y Modernidad.

Fruto de los valores que fundaron la identidad lugareña, la ciudad de Camagüey convida a perderse entre sus callejones y callejuelas, plazas y parques; invita generosa a seguir el paso de sus vetustos adoquines, tras un halo de leyenda y tradición.   

La barriada del Cristo, San Juan de Dios, la plazuela de Bedoya, la plaza de los Trabajadores, la iglesia de La Merced, la Catedral…, otras tantas por nombrar; esos simbólicos sitios por los que hoy transitamos, y que tal vez por la premura del andar diario no deparemos en la Historia que atesoran.

La otrora urbe principeña es también su gente, desde la fina pluma de La Avellaneda, hasta el “diamante con alma de beso” que fue el Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz; es también Guillén con su criolla poesía, y otros tantos hijos ilustres que han nutrido las páginas gloriosas de este terruño. 

Es el orgullo de sabernos agramontinos, confidentes de cada uno de sus lugares, de degustar la elegancia de su centro histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

La ciudad de Camagüey despierta renovada y luminosa. Así recibe cada 2 de febrero, festejo que deviene motivo de reafirmación de los rasgos que singularizan a esta “suave comarca de pastores y sombreros”, como la definiera el Poeta Nacional, Nicolás Guillén, uno de sus hijos más ilustres.(foto: cadenagramonte)

Tomado de cadenagramonte