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Foto: Cadenagramonte.Foto: Cadenagramonte.La Habana, 21 oct.- La Habana y Nueva York tendrán un elemento en común a partir del próximo 28 de enero cuando inauguren aquí un monumento a José Martí, réplica exacta de uno erigido en la ciudad estadounidense, anunció el historiador cubano Eusebio Leal.

A los pies de la estatua, el historiador de La Habana precisó que se trata de una reproducción fiel, exacta y única de una obra de la gran escultora norteamericana Anna Vaughn (1876-1973), concluida por ella en 1958 y colocada en el Parque Central de Nueva York en 1965.

Cuando ella emprendió este trabajo ya había regalado a la ciudad de La Habana el bello monumento ubicado en la Calzada de Ayestarán y la Avenida 20 de mayo, titulado El relevo, y que supone una sucesión de generaciones en dos espectaculares esculturas, recordó el investigador.

Leal calificó a Vaughn de mujer iluminada por una vocación artística, y con espontánea y afectuosa devoción a la Historia de Cuba, reflejada también en su estudio para acometer esta obra pues buscó todos los elementos de juicio, y a la vez se inspiró en el cuadro del pintor cubano Esteban Valderrama sobre la muerte de Martí en combate.

Este es el único monumento en el mundo en que aparece José Martí a caballo y en ese momento no era solo el delegado del Partido Revolucionario Cubano, electo por aclamación de los emigrados, también era el Mayor General del Ejército Libertador de este país, nombrado así por el Generalísimo Máximo Gómez, observó.

Martí aparece en el acto de morir, es extraño un monumento en el cual el héroe no aparece en esa posición triunfadora, sino sublimado por la idea de que va a entregar su vida por una causa justa y excepcional, comentó el historiador a los medios de prensa.

El propio Apóstol apuntó una vez: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”, tras rememorarlo Leal aseguró que la creación de Vaughn está llena de poesía y belleza.

Según el académico, la pieza tiene 5,6 metros de longitud, pesa 8,5 toneladas, y llegó a Cuba el pasado 3 de octubre, tras 22 años de arduas gestiones, gracias a la generosa contribución de muchos amigos y la aprobación de la Alcaldía de Nueva York.

Donaciones realizadas por norteamericanos, la comunidad cubana residente en Estados Unidos y otros contribuyentes del mundo, hicieron posible la copia y fundición de la efigie en Nueva York por KC Fabrications.

La base del monumento, de granito negro, se realizó exactamente igual a la original y con las mismas inscripciones, en español e inglés, que fueron consultadas en su día a Gonzalo de Quesada, el director de la Fragua Martiana, ya fallecido, detalló Leal.

El historiador agradeció en la gestión el papel desempañado por el Museo del Bronx para que se cumpliera el proyecto, fundamentalmente la acción de su directora, Holly Block, recientemente fallecida.

Martí murió en combate el 19 de mayo de 1895, en una zona del oriente cubano conocida como Dos Ríos; sin embargo, esta estatua será develada oficialmente en ocasión del aniversario 165 de su natalicio, el próximo 28 de enero.

Este monumento reafirma -más allá de los extravíos, de las políticas erráticas, de los que tratan de destruir los puentes y la comunicación entre las naciones y entre los hombres- algo que Benito Juárez señalaba con intensidad: “el respeto al derecho ajeno es la paz”, evocó Leal.

A su juicio, no hay otro camino en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, de lo contrario -afirmó- estaríamos dispuestos como él a morir por lo que creemos, dijo con la mirada en el Apóstol. (Cadenagramonte)