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Foto: Cadenagramonte.Foto: Cadenagramonte.La Habana, 21 ene.- Cuba cuenta con un Plan Acción para la prevención y el enfrentamiento a la trata de personas y la protección a las víctimas, fenómeno asociado al comercio de seres humanos, en su mayoría mujeres y niños, con el fin de explotarlos sexual y laboralmente.

El diario Granma publica un reportaje acerca del tema en el que se afirma que existe una baja percepción de riesgo de ese flagelo que amenaza a nuestra sociedad.

En el período 2012-2015 suman 46 los delitos de comercio ilícito de personas detectados en el país, debidos fundamentalmente al aumento de las facilidades migratorias otorgadas por el Estado cubano a sus ciudadanos.

Granma afirma que la mejor forma de enfrentar esos desafíos está en la manera de prevenirlos, explicando y alertando a las personas, principalmente a las mujeres jóvenes por ser las más  vulnerables.

El diario describe dos hechos en los que decenas de jóvenes cubanas fueron forzadas a ejercer la prostitución en Turquía y en los Estados Unidos, luego de salir del país bajo supuestos contratos de trabajo.

El modus operandi de los traficantes comienza con la publicación de ofertas de trabajo en sitios web de anuncios clasificados. La más reciente tiene fecha del sábado 13 de enero del 2018, a las 10:20 de la mañana.

Las que muerdan la carnada viven después una dantesca historia de prostitución forzada, abusos, maltratos, y extorsión. 

El Gobierno cubano mantiene una política de Tolerancia Cero ante cualquier modalidad de trata de personas, y esos delitos están debidamente tipificados en el Código Penal.

Además, el Plan de Acción para la prevención y el enfrentamiento a la Trata de personas y la protección a las víctimas constituye la herramienta fundamental en la actuación coordinada entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil cubana para el análisis de este grave delito.

Otra de las fortalezas del país en ese sentido es el trabajo de la Federación de Mujeres Cubanas en las comunidades, junto a  especialistas y otras organizaciones en la prevención de este y otros fenómenos asociados, como la prostitución, el proxenetismo y las brechas de desigualdad.

Además, Cuba no cesa en sus empeños encaminados a promover la igualdad de género y a empoderar a las mujeres y las niñas, lo que reduce la vulnerabilidad ante la trata.

Las amenazas siguen estando presentes por lo que es imprescindible elevar la percepción de riesgo entre las jóvenes cubanas, informar, debatir, y prepararnos para no dejarnos llevar por "cantos de sirenas". (Cadenagramonte)