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Foto: Granma.Foto: Granma.La CIA tenía sus esperanzas puestas en el agente «Pablo».  Contaba con una excelente formación intelectual y facilidad para relacionarse con los jóvenes estudiantes, el foco de atención de Washington en Cuba. La Seguridad del Estado, sin embargo, tenía plena confianza en «Daniel».

En abril del año 2011 salió a la luz que Daniel y Pablo eran en realidad la misma persona: el escritor y profesor universitario Raúl Capote.

Entre las misiones que le encomendó la CIA a su agente en La Habana estuvo la captación de intelectuales y jóvenes para formar «líderes» contrarios a la Revolución.

Otra de sus obsesiones era contar con una plataforma para la conexión a internet en la Isla bajo control estadounidense.

El autor del libro La guerra que se nos hace, que se presenta por estos días en la nueva edición de la Feria Internacional del Libro, recuerda cuando miembros de los servicios de inteligencia le mostraron el uso de teléfonos satelitales para conectarse directamente a la red de redes sin ser detectados por las autoridades cubanas.

La convocatoria del Departamento de Estado a una nueva Fuerza Operativa o Fuerza de Tarea en internet resulta una reedición de aquellos viejos planes subversivos, cuyos antecedentes se remontan al propio inicio de la Revolución.

Este miércoles tendrá lugar la primera reunión de la Fuerza Operativa, donde se espera que confluyan funcionarios gubernamentales y no gubernamentales.

Si bien todavía los aspirantes no son públicos, fuentes cercanas a la iniciativa aseguran que habrá presencia del Departamento de Estado, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB, por sus siglas en inglés), que acoge a dos «reliquias» de la época de mayor agresividad entre La Habana y Washington: Radio y TV Martí.

La mezcla propuesta es la misma en la que estuvo involucrado el agente «Pablo» y que «Daniel», para la seguridad cubana, ayudó a desmontar.

–Usted que conoció de primera mano los planes subversivos de Estados Unidos contra Cuba con el uso de las nuevas tecnologías, ¿cree que esta Fuerza Operativa en internet tendrá éxito?

–No, no tienen ninguna posibilidad, tenemos experiencia en el enfrentamiento a este tipo de agresión, no estamos hablando de algo nuevo. Voy a citar algunos ejemplos:

 «En febrero del 2006 se dio a conocer una lista de 17 instituciones cubano-americanas que recibían fondos de la National Endowment for Democracy (NED). Con estos fondos se financiaron numerosas publicaciones en el ciberespacio orientadas a la subversión interna en la Isla.

«El Instituto Republicano Internacional (IRI) entregó teléfonos celulares y equipos de tecnología de la información a sus activistas  en Cuba, en un esfuerzo, según ellos, por continuar rompiendo las barreras de la comunicación, promoviendo el libre flujo de información y el  acceso  a internet de los cubanos.

«La CIA mostró en el 2009, sobre todo después de la Feria de Informática en nuestro país, una gran preocupación por el desarrollo que Cuba podía alcanzar en materia de seguridad informática, y todo lo que este desarrollo podía significar como freno para sus planes de subversión interna.

«Para impedirlo orientaron distribuir de manera acelerada software y hardware para uso de sus redes internas. Con financiamiento otorgado por el Buró de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, el Instituto Republicano Internacional (IRI) inició un proyecto de recopilación de software, referencias, noticias, y recursos informativos. Como resultado de su iniciativa nombrada

«CiberLibre», el IRI preparó prototipos de discos con una capacidad aproximada de un gigabyte, los cuales contenían software diversos, correos electrónicos, sitios web, etc. Los programas distribuidos incluyeron software para acceder a internet de «forma segura», sin ser detectados por los servidores del Gobierno cubano.

«El plan incluía poner en operación equipos BGAN (teléfonos satelitales con capacidad de conexión a internet), crear redes inalámbricas que enlazarían a sus agentes con teléfonos celulares y laptops en diferentes lugares de La Habana, para en un momento posterior de desarrollo de sus planes, utilizar esas redes para manipular a sus usuarios y movilizarlos a acciones de protesta contra el Gobierno.

«Un interés marcado de la CIA fue el estudio de las antenas ilegales de conexión a televisión satelital que existían en el país en esos años y la posibilidad de migrarlas para conexión a internet.

«Podríamos referirnos además a proyectos muy conocidos por los cubanos, proyectos fracasados como ZunZuneo, Piramideo y Commotion, denunciados por Cuba en su momento».

–¿Está preparada Cuba para hacer frente a estos ataques?

–La guerra que se nos hace es una guerra para restaurar el capitalismo en Cuba, eso hay que tenerlo claro. Los nuevos planes se inscriben en el escenario de esa guerra. Existe además una amplia y activa coalición de intereses gubernamentales, militares y empresariales que abarcan las industrias informáticas, de la información y de medios de comunicación defensores firmes de un mundo dirigido por EE. UU. Están convencidos de que la forma de lograrlo se basa en el dominio electrónico de la información y de los medios de comunicación, que confieren poder cultural y poder en general. Cuba se alza como un enemigo formidable ante esta visión del mundo imperial, los cubanos enfrentamos esa formidable fuerza.

Cuba defiende un uso de internet seguro, democrático, responsable, ha sido voluntad del Gobierno cubano, en especial de Fidel, el desarrollo de las nuevas tecnologías, el acceso pleno a internet y hemos enfrentado desde el inicio las barreras impuestas por el Gobierno de   Estados Unidos. La prohibición  absoluta a sus empresas de realizar negocios con Cuba en materia de las TIC, durante años, llegó a límites increíbles, la persecución a cualquier intento de nuestro país de comprar hardware o software, la odisea que pasamos para adquirir las primeras microcomputadoras es una muestra de esa política, la imposibilidad de acceder a los cables de fibra óptica que rodean la Isla, son ejemplos de la doble moral y la manipulación que ejerce un Gobierno que después pretende culpar al Gobierno cubano de no permitir el uso de internet a sus ciudadanos.

«Tengo la impresión de que no existe  siempre una percepción clara del peligro que entraña esta guerra, es un terreno nuevo, complejo, para el que hay que prepararse. No podemos pecar de ingenuos. Nuestros enemigos tienen bien claros sus objetivos».

–¿Cuál es la mejor estrategia para combatir esta nueva arremetida de la administración Trump?

–Cuba cuenta con una gran fortaleza, la preparación de sus recursos humanos, la Revolución ha formado a miles de ingenieros y técnicos y tiene una población altamente capacitada, instruida y capaz de manejar las nuevas tecnologías.

«Los niveles de penetración de internet en Cuba han crecido rápidamente, el país se ha desarrollado de manera soberana, gracias sobre todo a la capacidad y consagración de esa fuerza calificada y la voluntad política de su Gobierno. Ese plan enemigo se derrota con más internet. Ya lo dijo Fidel, «internet parece hecha para los revolucionarios». Tenemos la capacidad para generar contenidos en defensa de la Revolución.

«Más acceso a internet significa más cubanos contando cómo viven realmente en Cuba y a eso es lo que más teme el enemigo, por eso no permite, a pesar de sus promesas muy mediáticas, a sus empresas negociar con la Isla, nos quieren pobres, hambreados y desarmados. Te imaginas lo que pasaría si los pobres, los explotados de este mundo supieran de verdad lo que es Cuba, el capitalismo no duraría un día».

–¿Qué puede hacer cada cubano, desde su posición, para hacer frente a esta amenaza?

–Haga cada uno su parte de deber, y nada podrá vencernos, dijo Martí. Nuestro deber es prepararnos, formarnos en cuadro apretado, armarnos de cultura y enfrentar plan contra plan; organizarnos, ser proactivos, caer sobre la mentira y la manipulación con la fuerza de nuestra verdad; hablar sin tapujos, hacer uso inteligente de la cada vez más acelerada informatización soberana de nuestra sociedad. Luchar con audacia, inteligencia y realismo; no mentir jamás armados con la convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. (Granma)