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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteLa Habana, 2 sep.- Este lunes, en el contexto del inicio del curso escolar, el parque Ho Chi Minh, en esta capital, acogerá la actividad inaugural de una jornada singular. Será una gran celebración repleta de simbolismo por el aniversario 45 de la histórica visita de Fidel a la zona liberada de Quang Tri, el 15 de septiembre de 1973.

A propósito de la celebración y en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias, el embajador de Vietnam en Cuba, Nguyen Trung Thanh, afirma que la propuesta se extenderá a instituciones y escuelas de provincias como Pinar del Río, Holguín, Camagüey y Guantánamo, en encuentros, eventos y actos que consolidarán la hermandad entre ambos pueblos.

El eco de esta gran celebración, dice, se expandirá desde Cuba, cruzando los océanos y llegará a más de 90 millones de vietnamitas que también festejarán la fecha en que el líder de la Revolución cubana llegara a la “tierra de acero”, aún oliendo a pólvora, en el centro de la atrocidad de la guerra.

Todos temían por su seguridad, mas Fidel estaba decidido a llegar allí desafiando el peligro, comentó. Habían transcurrido unos pocos meses de la firma de los acuerdos de paz de París, pero los vietnamitas seguían luchando por el derecho a la independencia y la libertad de su pueblo.

Frente a la figura del Tío Ho emplazada en el parque capitalino, Nguyen Trung Thanh repasa las páginas de la Historia. Describe el momento en que Fidel pidió visitar Quang Tri, e imagina la mirada anonadada de los líderes vietnamitas que dudaron ante lo que consideraban una pésima idea.

Fidel preguntó si ellos irían, a lo cual respondieron que sí, que ese era su deber. Entonces, si ustedes pueden ir, ¿por qué yo no? objetó Fidel, de manera que el día 14 tomó el avión del aeropuerto de Hanoi a Quang Tri. Antes aterrizó en Đồng Hới, y al día siguiente siguió su viaje constatando los horrores de la guerra y el coraje y determinación de los vietnamitas.

Quang Tri era territorio liberado y Fidel estaba allí para demostrarlo, expresa emocionado el embajador. Tal vez por eso su imagen caminando con los combatientes vietnamitas en el campo de batalla, visitando enfermos, compartiendo el dolor y el coraje, es tan significativa para todos nosotros, enfatiza.

El mundo lo reconoce como el primer Jefe de Estado en visitar la zona liberada en el sur de Vietnam. Caminó largas distancias entre los escombros y la tierra que se desangraba para demostrar que Cuba estaba allí, hombro a hombro, mano a mano, corazón a corazón, apoyando la causa de un país hermano, por la solidaridad de la cual Vietnam es un símbolo viviente.

La visita en sí misma tiene múltiples mensajes, asegura Nguyen Trung Thanh, habla del espíritu de independencia, de la voluntad de levantarse, de la valentía para alzar la voz por la justicia, la paz y la prosperidad de las naciones.

Los líderes actuales tienen la determinación de dar continuidad a esas relaciones de confianza y hermandad probadas con fuego y sangre, dice el embajador vietnamita quien trabaja sin descanso para llevar la relación económica al nivel de las relaciones políticas.

Vietnam es ahora el segundo socio comercial de Cuba en la región asiática después de China, explica. Está entre los primeros diez inversionistas en Cuba con presencia en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Señala que la ya histórica visita a Cuba del Secretario General del Partido Comunista de Vietnam, compañero Nguyen Phu Trong, en marzo de este año, fortalece las relaciones en tres cuestiones fundamentales.

Se trata de la consolidación de la confianza en las excelentes relaciones políticas, el incremento de las relaciones económicas y comerciales con la firma de 22 acuerdos en los últimos meses y en tercer lugar, el trabajo con las nuevas generaciones, responsables de dar continuidad a ese legado.

Para quien vive, trabaja y representa a su país en Cuba es muy especial saber que del mismo modo en que los vietnamitas aman a Fidel, Ho Chi Minh está inmortalizado en el corazón del heroico pueblo cubano, expresa Trung Thanh.

En el umbral del aniversario 45 de la histórica y legendaria visita de Fidel a Quang Tri, se hace difícil describir las emociones, pero aquí estamos, insiste, en el parque Ho Chi Minh que dentro de poco estará repleto de niños y amigos para comenzar la celebración.

Antes de concluir nuestro encuentro el diplomático tiene un cordial gesto y da las gracias a Miguel, el jardinero, que cuida con esmero ese espacio lleno de simbolismo, paz, amor, resistencia, con sus flores amarillas y plantas de bambú. (Cadenagramonte)