Foto: ArchivoLos lazos de amistad y solidaridad entre Cuba y Vietnam datan de mucho tiempo como resultado de los valores humanos y amor de ambos pueblos por sus respectivos países y entre sí.
El propio José Martí dirigiéndose a los niños en la Edad de Oro, destacaba la voluntad y el valor del pueblo vietnamita, entonces anamita, lo que significa que desde siempre mostraron sus virtudes a favor de su propio bienestar y del resto del mundo.
Durante una visita de Estado a nuestro país, el Secretario General del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong expresó que en el siglo 20 NO hubo un referente parecido a la amistad existente entre la tierra de Ho Chi Min y la de José Martí.
Con el triunfo de la Revolución cubana en 1959, el contacto entre ambas naciones se hizo realidad estrechándose y afirmándose.
La posición intransigente frente al poderoso imperialismo yanqui en la república Democrática de Vietnam, bajo la Dirección de su Partido y del honorable Presidente Ho Chi Minh, fue terreno idóneo para estrechar aún más fuerte el vínculo entre los dos pueblos y direcciones políticas.
Uno de los símbolos representativos por excelencia de dicha amistad fue la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, como el primer Jefe de Estado que visitara Quang Tri, zona liberada del Sur, y Hanoi, en plena guerra.
En aquel histórico momento Fidel aseguró que aunque Cuba era un país pequeño y pobre, participaría también en la recuperación de esa nación.
Otros lazos de orden histórico y cultural lo constituyen la acogida y presencia, por años, en Cuba de MILES de estudiantes vietnamitas para estudiar diferentes disciplinas e idiomas español e inglés, hermanos que siempre contaron con el cariño y apoyo incondicional de los profesores y personas más allegados a ellos.
Asimismo, jóvenes cubanos fueron a Vietnam para estudiar la lengua vietnamita, y en el puerto de Haiphon, en el norte bombardeado continuamente, atracaron barcos cubanos cargados de azúcar para ese pueblo y por otra parte cientos de técnicos laboraron durante la guerra en el territorio del norte como constructores de hospitales y carreteras, entre otros objetos de obra.
Hoy la colaboración económica y el entendimiento político, entre los dos partidos, así como relación de amistad entre los DOS pueblos se mantienen y enriquecen, a modo de continuar el legado del recientemente fallecido mandatario vietnamita Tran Dai Quang, suceso que constituye UNA dolorosa pérdida para el pueblo y el gobierno de Cuba.
Como se conoce, Quang tuvo la gentileza de recibir a nuestro primer vicepresidente, Salvador Valdés, a quien expresó lo orgulloso y honrado que se sentía por haber sido el último dignatario a quien recibió Fidel Castro, en noviembre de DOS MIL 16, poco antes de la desaparición física del líder histórico de la revolución cubana.
