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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteAbr, 2019.- Hace 58 abriles, el Comandante en Jefe de la Revolución cubana proclamaba el carácter socialista del proceso iniciado dos años antes con el triunfo del 1ro de enero, y se materializaban así viejas aspiraciones de siglos atrás, cuando muchos, aún sin tener consciencia de ese sistema socioeconómico, estaban convencidos que la Isla necesitaba libertad, igualdad de derechos, respeto individual y colectivo, y otras tantas demandas.

Tan solo horas después de aquel acto de valentía, en medio de una feroz guerra fría internacional contra todo lo que no oliera a capitalismo, el pueblo se dispuso a defender con las armas lo conquistado, y fue la derrota del imperialismo en Playa Girón una certeza de que el rumbo socialista era hacia adelante, y no lo contrario.

Han transcurrido más de seis décadas y numerosos intentos de socavar ese camino se desvanecen ante el actuar de una nación que enfrenta dificultades internas y externas, estas últimas marcadas, por ejemplo, por la añoranza de recuperar en Cuba viejas propiedades y dejar en la calle a quienes hoy las ocupan, a partir de la irracional activación del título III de la Ley Helms Burton.

Ese, sin dudas no es el futuro que queremos, y por eso encontramos a miles de personas ocupados en abrirle a la Isla un panorama mejor, pero bajo los preceptos de soberanía e independencia que nos provee hoy una nueva Constitución, proclamada recientemente luego del apoyo popular como evidencia del interés de continuar el Socialismo.

Muchos son los retos a los que nos enfrentamos, entre ellos el desarrollo económico y el mantenimiento de las conquistas sociales; por tal razón, cada vez son más los que optan por hacer producir la tierra y, al mismo tiempo, cada año se garantizan en la mayor de las Antillas cuestiones básicas y elementales como la salud y la educación; aunque también en otras esferas se visualizan ejemplos del avance, posible solo  con el empeño y el sudor cotidianos.

Como en aquel abril de 1961, los cubanos de seguro tomarán las armas si se materializaran los planes de agresión enemiga, porque la pretensión de edificar una sociedad socialista, próspera y sostenible es convicción expresa, como lo es la decisión de no regresar a un pasado que cuentan con dolor los que ya peinan canas. (Con información de Cadenagramonte)