Sin embargo; esa evidencia ruinosa corresponde a la segunda instalación, construida a consecuencia del derrumbe causado por el ciclón de 1932 a la anterior edificación. Ambas propiedad de Frank L. Tucker, último hombre que administró la Cuban Land desde su sede de La Gloria City. Además de esta industria, donde los agricultores lavaban y envasaban las frutas antes de enviarlas al mercado, Frank era dueño también de un excelente naranjal en Garden City (la zona conocida posteriormente como El jardín).
Míster Tucker había iniciado su vida de colono en Isla de Pinos. Refiere Enrique Cirules en el libro “Conversación con el último norteamericano” que “fue por 1920 cuando esa familia dejó Isla de Pinos y se apareció en un carro de cuatro caballos”.
Un titular del periódico camagüeyano La Noche, en su edición del 5 de febrero de 1936 reflejaba la opinión del Inspector Provincial de Agricultura y su homológo ( de Sanidad vegetal) durante su visita al Centro: “EL Envasadero de naranjas de Sola, que ahora se está utilizando también para envasar tomates, es el mejor de toda la provincia de Camaguey y uno de los mejores de Cuba…”.
Su ubicación exacta en dicha área debieron determinarla la proximidad a dos accesos viales y vitales, por el oeste el terraplén que con origen en el Puerto de Viaro ,y pasando por La Gloria, atravesaba la Sierra de Cubitas hasta la ciudad de Camaguey, y por su senda sur La línea Norte de Cuba, cubriendo el trayecto de Santa Clara al Puerto de Tarafa, desde la que se conectaba el “chucho-frutas”, vial contiguo a la puerta meridional del envasadero (packing house) ,para el embarque principalmente de cítricos.
Un dato simple que ilustra el auge de esta actividad manual y la conciencia de trabajo entonces, fueron los liderazgos individuales: Juan Echemendía era el uno recogiendo naranjas, José Copilla contándolas([1], ver pie de artículo) y Severo Echemendía y Felipe García(Victoriano) bombeando ([2], ver pie de artículo ) casillas.
Desde finales de la propia década del treinta del siglo pasado el lavadero estuvo cerrado y se abrió nuevamente en los primeros años de la Revolución hasta inicios de los setenta.
Aunque fue la instalación de este tipo más significativa de dicha etapa ,por la dimensión del espacio, su estructura constructiva y su conveniente accesibilidad a las principales vías de comunicación de la zona y del momento, fue antecedida por un inmueble en la zona de La Compañía Naranjera ,a la derecha de la vivienda que perteneció a Sindo Pérez, y donde todavía se conservan sus dos grandes cisternas para agua. Esta instalación más rudimentaria tenía las paredes y el techo de zinc. Es más conocida la existencia primigenia de otro Centro con igual función productiva y también rústico en La Gloria city.(Fotos: Autor)
[1] - Por entonces las naranjas no se cuantificaban por pesaje, sino por el conteo físico de cada unidad (fruto).
[2] - Por entonces las naranjas no se cuantificaban por pesaje, sino por el conteo físico de cada unidad (fruto).
Al centro Felipe García vende sus frutas en un stand arrendado a un mercado de La Habana. Detrás puede verse la forma de presentación característica de las naranjas para su comercio en aquella época.
