ESPECIAL

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 Cómo beneficia al hecho histórico y a su comunidad, la existencia del cronista, sobre todo cuando el hecho lo inspira, cuando su texto narra los acontecimientos; aunque también cuando participa dándonos otra vista del suceso o simplemente cuando parece embellecida la historia, en este caso del deporte, con las licencias que hacen sentir la necesidad de transformar la historia. Porque todo el mundo tiene la capacidad de percibirla, pero no todos sienten la necesidad de crearla y testimoniarla.

La crónica del trovador es otra forma de acceso a la historia, pero reconstruida como leyenda, al combinar la verdad histórica conocida culturalmente ,o la vivencia del testimoniante, con la oralidad popular sobre el asunto y los imaginarios míticos.

Equipo de Sola.

Insólito figurarse con raciocinio que, a la mismísima Sola con un pasado inflamable trágico, el tercer fuego, el que alentado por aquella premonición piromaníaca precisamente la asolaría para siempre, tuviera ese día diferente designio como contracandela. Ello sin saberse, entre los animadores del fuego salvador, que ya alguien había vaticinado 165 años antes, que la historia se repite, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa, siendo la de nosotros, desde luego, una farsa poética perdurable hasta hoy al iluminarla primero la ancestral llama mágica de la antorcha y luego su tea prendida benditamente a ras de la grama de nuestro insigne terreno de pelota.

¿Cómo nos llega este episodio? Cincuenta años después, envuelto en un látex de ficción y realidad. Involucra naturalmente los equipos de béisbol de entonces de Florida y Sola y fija su encuentro a inicios de los años sesenta del pasado siglo XX, pero sin precisión exacta.

Sintomáticamente el origen de la información proviene de una única fuente oral, por demás un fabulador imponderable, a la vez que también un fruto juvenil de la misma “década prodigiosa”, que nos refiere un tope de rutina -a dos partidos- no registrado en ningún medio impreso ni documental, por tanto sin la posibilidad de una comprobación rigurosa actual.

Tampoco el acontecimiento encierra -como herencia- nada distinguido deportivamente para la escena local al perder el team de casa, y por partida doble, los dos juegos de tal ocasión, quedando para la posteridad un memorable y decisivo jonrón en la séptima entrada, por supuesto de un héroe contrario: Antonio Urgelles.

Si algo nos salva es el fuego purificador, es sabernos herederos de esa legendaria jornada, cuando La Gloria y Cubitas vestían la camiseta de Sola, que se coló a través de un mágico chispazo en nuestra historia e imantó evocadoramente hacia sí, como un pozo ciego, todo el torrente del devenir compartido entre las poblaciones de Florida y Sola desde la Compañía del Central Sixto en 1920, recorriendo en tránsito las personalidades divergentes de Bastarrachea (pintor) y Mario Herrero Toscano (combatiente), hasta los contactos “pueblo a pueblo”(joven a joven) de las epopéyicas escuelas en el campo de Sola, y de toda la provincia, que sin juicio final aún vadean nuestra memoria.

Por último, ¡cómo nos sigue venciendo Florida! Y aunque esta vez con el marcador favorable de 6 por 3 al cierre hayamos suspirado ha sido solo de ilusión. Florida, aún con su incompleta delegación, hizo una aparición triunfal desde su llegada, siempre cortés, -que digo: amables- tomando incluso la iniciativa en nuestro propio patio con sencillez y autenticidad como la entrega

de una bola firmada por sus jugadores ante la tarja de Herrero Toscano, su misma presentación con un equipo de verdaderos veteranos cujeados, desde su flamante lanzador hasta el caballeroso e inspirador director y primera base Don Anselmo Hernández.Equipo de Florida.

Equipo de transmisión: Yunier Soler Castellanos (Periodista de pie). Sentado de izquierda a derecha Marcos Baños Pérez (Realizador de Sonido), Arcilio Raynel Peláez (Escritor, Director de programas y Narrador) y Fernando Montero (Locutor).

No obstante, a que sabíamos previamente que asumirían la transmisión y conducción deportiva del histórico y hermanador partido, nos asombró, tanto como su logística técnica, por lo de sabe Dios con cuánto ejercicio y empeño lograda, la forma culta y profesional que DESPLEGARON. Reconocida y ponderada por nuestra audiencia en primerísimo lugar. ¿Se trata pues de imitarlos? Sí, de imitarlos y emularlos. Para si incluso somos derrotados en el terreno, siempre una posibilidad latente, revelar calidades nuestras que activen la admiración y nos conduzcan a la infalible victoria.

En cambio ¿qué aportamos nosotros? El escenario histórico de aquel legendario partido, en una también especial ocasión histórica: la primera celebración por los 60 años de inaugurado oficialmente nuestro terreno de pelota, un 4 de junio de 1957. Un lugar donde mirándoles a la cara, a los que están cerca de mí (A Sola, La Gloria y Cubitas), y levantando el brazo a los de más lejos (Florida), puedo decirles que la historia “da contra la cerca y dobla por tercera”, un santuario que ha mantenido vivo el béisbol cubano, contribuyendo al desarrollo de identidades colectivas y a la integración de comunidades que aquí jugaron.

Ejercicio aeróbico en la inauguración al que se incorporaron los peloteros de ambos equipos.Público asistente al Estadio Mario Herrero Toscano de Sola.

Un sitio donde se trasmite la pasión generación tras generación, donde los ahora veteranos que salieron al terreno, y otros antes, plantaron la semilla. Es nuestro estadio Mario Herrero Toscano, el que lleva el nombre del patriota insigne del territorio, el protagonista de victorias históricas, de derrotas dramáticas y de anécdotas como la misma que este pasado 4 de junio nos reunió nuevamente.

Pasa por mis manos la escritura en que la voluntad post morten de Francisco José de Sola, el fundador, inspirado por sus hermanos José Sixto, introductor del baloncesto en Cuba y Leopoldo, primer campeón mundial Amateur de Gimnasia de la Universidad de Yale en 1903, donaba la MANZANA 12 del poblado de Sola para parque público.

¿Qué más aportamos? La motivación para jugar, y sumamos otro puente a los ya tendidos a lo largo del tiempo entre los dos poblados.

Con este “partido de veteranos” entre nóminas de Florida y Sola, quisimos hermanar nuestros territorios, evocar los nombres de Tony Urguellés, “Monono” Soria y sus compañeros de aquel memorable día, fomentar los vínculos entre los exjugadores para que no pierdan la amistad que tenían cuando jugaban juntos. Que sea este encuentro, no el de Florida contra Sola, sino el “de Sola y Florida juntos en un batazo contra el olvido.