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Parte de la expedición de Ayesterán (Luís Ayustarán Moliner, jefe de mar y tierra), el cual regresaba de cumplir en E.U.A. una misión del gobierno de la República de Cuba en Armas, zarpó de Nassau en Las Bahamas el 7 de septiembre de 1870, en la Goleta Guananí, llevando cuatro expedicionarios, entre estos el propio, y todo el cargamento. En alta mar (o en la isla de San Andrés, según un autor) se unió a la balandra Margarita de Hessey, que traía al resto de los expedicionarios. Se transbordó parte de la carga y continuaron ambas rumbo a Cuba. Llegaron a la costa norte de Camagüey (algunas fuentes lo sitúan en cayo arenoso, en cayo Romano, o entre este y la costa de Camagüey, o en La Guanaja, el 14 de ese mes.Vista actual de playa La Guanaja, municipio de Esmeralda Camagüey.Vista actual de playa La Guanaja, municipio de Esmeralda Camagüey.

En un bote desembarcaron Ayustarán, Lorenzo Jiménez y 3 marineros, pero al llegar al cayo, fueron sorprendidas las goletas y capturadas por el cañonero español Soldado, que las esperaba, por lo que fueron tiradas al mar las cargas que llevaban o parte de ellas.

Se plantea que la expedición había sido delatada por 2 marineros. Estaba previsto el apoyo desde tierra a la expedición, pero el grupo insurrecto llegó el día 15, después que los españoles, y solo encontraron a Lorenzo Jiménez y 3 marineros, luego se extravió, quedó solo, y fue hecho prisionero el día 18 (algunos autores plantean que fue el mismo día 14).

Conducido a La Habana y juzgado, fue ejecutado en garrote vil en la explanada del Castillo del príncipe.

Un grupo de estas expediciones iniciales fueron dirigidas al parecer, por el representante de la Junta Central Republicana de Nassau, Bahamas y organizadas por Lorenzo Jiménez (posteriormente o ya entonces capitán), quien venía al frente de las mismas, empleando en todos los casos un bote y traía, generalmente, efectos de guerra y correspondencia. En 1870, como antes referimos, zarpaba de Nassau y arribaba entre Guanaja y Sabana la mar.

Entre los patriotas cubanos que desembarcaron por La Guanaja, estuvieron los hermanos Julio y Manuel Sanguily (el primero mayor general del Ejército Libertador y el segundo con una postura destacada en los años iniciales de la república).Entre los patriotas cubanos que desembarcaron por La Guanaja, estuvieron los hermanos Julio y Manuel Sanguily (el primero mayor general del Ejército Libertador y el segundo con una postura destacada en los años iniciales de la república).

Una segunda expedición organizada por el propio Lorenzo Jiménez, el cual vino esta vez con Juan Florat y trayendo solo correspondencia, zarpaba el 9 de febrero de 1871, probablemente de Nueva York en la goleta Velocity, con mando la misma del capitán José Varona. El día 18 bajaron en cayo Cruz, en la costa norte de Camagüey, junto con un bote, remos y víveres para seis días.

La goleta entonces se retiró para Nassau, con la misión de recogerlos el día 22. Lorenzo Jiménez y Juan Florat no estuvieron en cayo Cruz ni en cayo Lobo el 22, según lo previsto para su recogida por la goleta, la cual estuvo buscándolos hasta el día 27, al parecer por haber recibido Jiménez una herida casual mientras estaba con los mambises.

Incansable y experimentado Lorenzo Jiménez organiza una tercera expedición en marzo de 1874, dirigida por la Agencia General de Cuba en Nueva York, con el fin de restablecer las comunicaciones por la parte norte de la isla, acompañado en dicha ocasión por un práctico y trayendo solo correspondencia. Zarparon de la mencionada ciudad el día 26, en un vapor, probablemente hasta Nassau, Bahamas, o más cerca de Cuba y continuaron en un bote salvavidas que Jiménez llevaba.

Cerca del lugar del desembarco, por encontrarse enfermo el práctico, regresaron a Nassau. Le enviaron un nuevo practico –José Recio- con el cual partió a bordo de un buque que los dejó a gran distancia de la costa y en un bote llegaron hasta la misma, donde fueron hechos prisioneros.

Condenados a muerte, dicha pena les fue luego conmutada. Posteriormente, antes de septiembre de ese año, Lorenzo Jiménez logró escapar y salir hacia el extranjero, de donde volvió en 1875 al frente de varias expediciones con similar carga y punto de origen y zona de desembarco.

También por dichas fechas Francisco (Pancho) Vargas, natural de Nuevitas, Camagüey y residente en Nassau, Las Bahamas, y quien fuera además capitán o piloto de la primera expedición de la goleta Galvanic realizó varios desembarcos de enero al 30 de junio de 1876, por los antecedentes de sus travesías desde el inicio de la guerra es de suponer que zarpaba de la capital de Nueva Providencia y arribaba a la costa norte de nuestra provincia.

Se presume que, fundamentalmente, traía más efectos de guerra y correspondencia en la goleta Emilia de su propiedad y de bandera inglesa.

Luego del fracaso de algunas de las expediciones por esta zona, alertadas ya las fuerzas españolas y las propias necesidades de la guerra, se abrirían otros puntos de desembarco por lo que amainaron las expediciones por aquí casi inexistentes en los años finales de esta contienda y las dos siguientes.

Sin embargo, La Guanaja atesoraba igualmente historia de mucho antes, el 21 de febrero de 1679 desembarcaba en su playa el pirata francés Grammont, al frente de 350 hombres, con los que avanzó sobre Puerto Príncipe (hoy la ciudad de Camagüey) y como mismo hiciera Henry Morgan años antes; pero en esta ocasión los principeños aleccionados por su anterior derrota en vez de esperarlo en campo abierto, lo hicieron en La Entrada de Cubitas, “donde formaron una trinchera”.

Imagen de época del pirata François Grammont.Imagen de época del pirata François Grammont.

Los piratas intentaron tomar aquella posición, pero fueron batidos y rechazados, perdiendo hasta su bandera y al retirarse se vieron hostigados por los principeños, quienes, no conformes con aquel éxito emprendieron la persecución del invasor que ni “un paso dio sin verter alguna sangre. Tan acosado se vio Grammont al llegar junto a la playa, que tuvo que improvisar el 25 una trinchera para proteger el embarque de sus filibusteros.

A pesar de este esfuerzo, los principeños consiguieron degollar a machetazos a los destinados a la defensa del reducto para proteger el embarque de los otros. Tan recio fue el combate que sin los heridos embarcados quedaron allí 70 muertos de los invasores.

Los heroicos principeños sufrieron –entre todas las acciones- 67 muertos, teniendo en cuenta a los fallecidos después de las heridas, entre los que figuraban los capitanes de milicia don Lucas Guerra y don Alfonso Veloso y el alférez don Francisco de Varona”. Tan escarmentados quedaron los piratas, que éste fue el último gran ataque que realizaron contra Cuba.

Este nuevo intento de los filibusteros contra Puerto Príncipe, solo 11 años después de que fuese saqueado por Henry Morgan, demuestra que aquella villa se repuso rápidamente de aquel golpe y volvió a acumular grandes riquezas, como lo prueba el hecho de que en 1679, tenía “veinte y cuatro ingenios de azúcar”.

Fuentes:

-Diccionario Militar de Cuba. Primera Parte (1510-1898) Tomo III Expediciones navales. (Fotos: Autor)