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Todo ‘ejercicio del criterio’ tiene una ola ronca, un gesto inquietante, un asomo de valor, sinceridad y riesgo. También márgenes de error e imágenes ambiguas. No he podido reunir todos los temas ni su desarrollo necesario, pero el lector sabrá que mi propósito era ganarle al tiempo en una carrera corta.

La Gloria, La Comunidad Cubitas y Sola diseñan la historia de una familia que ha pasado por buenos y malos momentos en las relaciones de sus miembros, sin idilio aún, pero interdependientes en el pasado y el presente vivido, con salida común y merecedoras del mismo bienaventurado destino. Si en este mensaje recargo ‘caprichosamente’ una de las partes, es simplemente porque en ella siento más mis derechos y me complacería suficiente si ese desdén inevitable convida a otros corceles probados en el resto del valle y en toda la Sierra de Cubitas.

Por lo que falta no me exijan desmedidamente, nuestra realización humana pudiera prescindir de ello; aunque no de la interpretación colectiva de ustedes, de los sueños que deben crearse, de la realidad rutinaria que reta a las mejores fuerzas y esperanzas.

Los pueblos pequeños no tienen juicio final, pero – “gracias a Dios” – pueden tener conciencia de sí. Desde ellos caminan los éxodos de menor privilegio, que de común pasan una briosa percepción idealizada de varias carencias en estas postrimerías

Una fundamental esquivez ignora – a desdén y escudada por prioridades interminables – la agonía potable en estos sitios, ni la traída palabra refleja el ansia impaciente de la gente aquí, y por supuesto se escribe poco – en cumplida caligrafía cubana – del “oxigeno” nuestro que vaga grotesco fuera de nosotros, buscando reencarnación en otras mentes, en otros cuerpos, en otros espacios, por la diáspora de la isla o rebasada ella más allá de la línea donde el cielo y el mar engañan a los ojos.

Una puesta de mirada levantaría las restricciones a favor de los emigrantes: los que se van son los que sueñan o los que no han renunciado a realizar sus sueños o son los que más se apegan a determinados sueños, los que cambian su “predestinación maldita” con arresto, arrepentimientos útiles y grandes pérdidas.

Si solo bastara con mirar. Los que se van entran a una procesión ya en marcha, a un anonimato impositivo –gradual y excepcionalmente superable - proclive a comportamientos generales e impasibles respecto a las oportunidades de su yo civil, abstraídos del linaje local de procedencia y ufanos por tangibles mejorías materiales y modernas.

Su corolario público “ de hacer camino al andar” no es semejanza del apócrifo escrito en Badalona, se trata de un fanatismo que adeuda la continuidad subsidiado por los sueños que tuvieron o realizan otros o les queda apenas terminarlos, de otros que decidieron quedarse para verlos o que partieron solo después que era imposible preservar la emoción de un ideal. Los que parten dejan a su suerte a lo otro u otros suyos, una “suerte heroica” que les toca pero no merecen siempre así.

“Sola no da nada”, así pregona una escéptica y típica recurrencia oral del ambiente, calendario al uso del desilusionado local, deslealtad teórica que restablece preconclusiones dogmáticas, desesperanzadoras e improcedentes sobre nuestro poblado.

“Sola no da nada” es alguna verdad en aguas sucias, el rigor de una patada infame al indio que ponía sus oídos al suelo. “Sola no da nada” se repite como un quejoso pasaporte de absolución entre los que deciden irse o para los que defienden “estar igual a no estar”. Léase también: “Sola (no en misión de nombrar el poblado sino refiriéndose a la situación solitaria de algo o de alguien), no prosperará” u esta otra paradoja: “Sola (nuevamente sin compañía) es que no ofrece ni dará”.Centro Comercial de Sola, cabecera municipal de Sierra de Cubitas.Centro Comercial de Sola, cabecera municipal de Sierra de Cubitas.

¿Qué aprietan mis rodeos? La verificación de un balón que rebota. La intrascendencia ciudadana del poblado de Sola, por la inacción y distorsión lamentable de ciertos procesos vitales, a la participación incorrecta de la cultura y al desestimulo real de la comunidad.

Busco junto a ustedes la mejor aleación y aunque admitiera su inexistencia natural en la zona, me complace al menos obtenerla artificialmente, y solo me resigno cuando no ignoran mis compatriotas sus meras virtudes. Veo, cuadrícula a cuadrícula de la jurisdicción municipal, explorando gestos célebres de nuestra espiritualidad pasada y presente y juro – con la copa de la cultura en alto – que me iluminan hasta los ahora ya lejanos resultados de la cosecha de la papa; no obstante, muchas veces o particularmente a veces, se trata de un esfuerzo inútil, de una búsqueda estéril, también porque “Solo las seibas patrias del monte amparan”.

De la memoria esencial recuerdo la ejecución acelerada y por encargo de La Plaza de Cubitas en el verano de 1993. El arquitecto, incómodo, comentaba de la turbación de los constructores para asumir profesionalmente la tarea(requerimiento simple de dicho trabajo); además de proporcionarles los planos de obra, una didáctica maqueta y la explicación de cada detalle, razonando además sobre variadas técnicas constructivas.

El profesional ya mencionada debía estar permanentemente a pie de obra y accionando casi como obrero por la inhabilidad de estos para el tipo de trabajo que en algunas de sus fases se requería. La molestia no surgió – ni pensarlo - en un arranque de pedantería por la sobre calificación del universitario o por solo hacer una defensa obstinada del derecho de autor sobre los planos y el diseño de la obra, a bien tenía otros fundamentos, no se trataba de un grupo improvisado de diletantes, sino de una brigada de constructores instituida y de dicho oficio, con ubicación permanente en el municipio. Por lo demás La Plaza, sin restarle méritos ni particularidades en el territorio, comparada con similares realizaciones anteriores, era todo un ejemplo de sencillez constructiva.

El razonamiento, callado en aquella ocasión, volvió a imponerse hace unos días con su evidente aspecto de regularidad social en el poblado, cuando un protagonista de los cambios determinados recientemente en La Empresa de Comercio aludió, para explicar el retardo de algunos beneficios provenientes de dicho organismo a la población, a la inacción de los trabajadores del sector, -según él y debido a – “que no están preparados” para la transformada participación comercial.Grupo de niños del Círculo Infantil Sonrisas del Futuro de la Comunidad Cubitas.Grupo de niños del Círculo Infantil Sonrisas del Futuro de la Comunidad Cubitas.

Hace unos meses el único Parque infantil del poblado fue reabierto con ahogo, luego de una extensa amnesia de buró, y el sitio atrajo nuevamente a muchos niños y yo he visto su felicidad también correr con ellos varias tardes.

Rectifico, sinceramente todas las tardes; pero bien qué sucedería si los niños fueran más exigentes, por no serlos todavía la exigencia surge desde nosotros cuando hacemos cosas para ellos.

Cuanto me duele paisanos de este pueblo nuestro y mío que ustedes no hayan aprendido la satisfacción que deja lo que se hace bien, porque lo que se hace bien se hace para siempre. Las cosas que uno hace o crea, de cualquier carácter – material, cultural, social, incluso político –deben unir a su solución inmediata o función práctica su aspiración ideal.

Un niño forma sus aspiraciones en el entorno de propuestas que percibe durante su crecimiento, hoy hablamos de valores, y muy poco de las visuales alrededor creadas por la cultura –o sea no resultado de la naturaleza, nos recuerdan que la belleza es un valor y no solo una gran figura retórica, por eso dediquémonos también con oficio a lograr lo bien hecho –y si se puede lo perfecto –, y animaremos seguramente en él cosas mejores.

Otro ejemplo –igual por sus resonancias sociales- es la Galería de Arte municipal, construcción iniciada en 1989 y detenida a finales de ese mismo año.

El que suscribe no fue ajeno a algunas realidades muy criticas – y en parte avasalladas – de ese período (1991-1994), tampoco a lo beneficiada que ha sido la cultura institucional en el municipio y en el poblado por el proyecto de la Revolución, sus cinco espacios actuales –sólo en Sola – y por su envergadura: el cine Yenén (26 de enero de 1974),la Casa de Cultura (25 de abril de 1983), la Librería Entre Naranjos (1 de enero de1986), la Dirección Municipal de Cultura (1988) y la Galería de Arte en construcción (por sus dimensiones la mayor fuera de la ciudad de Camagüey y la única en la provincia que será resultado de un proyecto original y afín a su uso) con facilidad apabullante lo demuestran.

Desfile inaugural del Festival de tablas gimnasticas.Desfile inaugural del Festival de tablas gimnasticas.

Pero la verdad no admite fragancias unidireccionales, por eso se muestra también en forma de otras verdades pasadas que incomodarían; y sin embargo, verídicas hasta la médula.

Quizás pocos de los ‘vivos’ conozcan el primer paso (como la primera piedra) de la nueva galería, determinado en lo fundamental por el Plan de acciones del Ministro de Cultura, a fines de noviembre de 1988.

Transcurre entonces e inexplicablemente un año exacto de inercia para el arranque de la construcción, y es en el mismo noviembre, pero del 89, cuando en un ímpetu de algunos días, (les vuelve a recordar algo ese ‘corre corre’) para otros fines, se realiza la única y actual evidencia de obra en construcción, airando con ella la consigna del momento en la provincia: “Camagüey, cada día una obra mejor”.

Absurdo nos parece –ante la perspectiva actual- el desaprovechamiento de 1989, el año de mayor inversión en el país y privilegiándose la provincia con la Sede del 26; todavía el primer semestre de 1990 fue un período dichoso, lo que vino después cualquiera lo conoce o lo podría comprender.

No obstante, lo que parecía imposible en su concreción material, desde 1991 a 1994, se orientaba solo por evidencias empíricas –verdaderas, realistas, pero transitorias-, pues se ignoraban hasta los detalles corrientes e imprescindibles de la obra, como el costo general y los correspondientes totales de financiamiento, recursos materiales y medios.

La incertidumbre de subjetividad en la etapa germinal del período especial, el déficit real de materiales y de financiamiento, la política de gobierno respecto a las prioridades estratégicas, las obvias y exigentes complejidades constructivas del proyecto de la galería para un accionar siempre municipal y la mentalidad que toda esta anormal e histórica situación privaría a algunos actuantes en otras circunstancias, de instinto creador para recuperar en lo posible su acción productiva de gobierno.

La cultura deberá continuar subsidiada, deberá prescindir de ciertos beneficios que tuviera antes, pero no expuesta a vivir del favor, el mayor obstáculo a su misión y sistematicidad orgánica.

 Moderno equipamiento tecnológico del anterior desarrollo agrícola del territorio.Moderno equipamiento tecnológico del anterior desarrollo agrícola del territorio.

Si la construcción de la galería de arte fue iniciada estimando el desarrollo de las Artes Plásticas en el país, las demandas y características específicas del territorio y por sus funciones e importancia en el concierto de las instituciones culturales del municipio y resulta natural su añadido carácter de obra no priorizada, perspectiva que prolongaría su terminación, las realidades convocan a un esfuerzo de resistencia.

En vez de acomodarnos a esperar por esos lejanos momentos de prosperidad económica, por qué no estudiar todas las alternativas posibles: modificaciones de diverso grado del proyecto original, sustitución de materiales, creación de fondo público y acopio periódico y mesurado de recursos, encontrar fuentes nacionales e internacionales interesadas en participar y promover la realización de la obra a través de la Dirección Nacional de Artes Plásticas,la UNEAC, el ICAP, la UNESCO, organismos y grupos de solidaridad, etc.

Ello sin desestimar la importancia de campañas in situ para que los pobladores del territorio conozcan las funciones, uso y ventajas de la institución y los esfuerzos que se agotan para concluirla. Pero sobre todo atesorar con realismo qué beneficios (e incluyo el ingreso en divisas) nos pudiera aportar la Galería de Arte una vez concluida, y que justifique su prioridad constructiva de ahora, el resarcimiento de su costo y su tangible contribución material a la comunidad. Pensando estoy en el mercado Nacional de las Artes Plásticas hoy, en los intereses turísticos y culturales del territorio y en su prosperidad en general.

Recuerdo que en los días que se desmantelaba “El Globo”, una tienda de valor patrimonial dado su tiempo de existencia, la contemplación ecuánimede un coterráneo le predijo: “Ahora para que hagan otra cosa allí va a pasar más tiempo que el permanecido por esa edificación en dicho lugar”.

Quizás no tarde ese tiempo, pero innegablemente –y es lo importante- el anterior criterio expresa con objetividad la percepción que los pobladores tienen respecto al ritmo evolutivo de la comunidad.

También acierto rememorando algo que no observé directamente, me llegaría a través de un colega, a quien le agradezco haber compartido esa ocasión laboriosa de la que Sola debería enorgullecerse; aunque no puede ser un reducido grupo solo los que entiendan la profundidad de la identidad local.

Visitábamos personas residentes en el poblado, con el propósito de crear la Asociación de Amigos del Cachimbo, una organización que reunía distintas generaciones en interés del conocimiento, divulgación y preservación de la historia y la identidad local teniendo como órgano de relación el Departamento Municipal de Investigaciones Culturales.

Este hombre le confesó con una exaltación sincera ¿cuándo vamos a terminar esa galería en el mismo centro del pueblo? y continuó entonces proponiendo ideas, una de ellas su disposición si le necesitábamos.

Esos son los sueños fundadores, esos son los sueños que a Sola acompañan, sueños que no tienen solo en los jóvenes, sino también los que siendo jóvenes tuvieron ideales y virtudes, que aún preservan con ímpetu, por si a los propios jóvenes le faltaran.

De la misma estirpe leía en el periódico el discurso de Fidel al inaugurar el Hotel Cohíba, la más compleja obra constructiva de su tipo asumida por el país: “Escogimos un buen lugar, pero no fue fácil; no había mucha experiencia en este tipo de operaciones, surgieron dificultades: nuestros socios no tenían suficiente dinero, los proyectos estaban atrasados y así fueron surgiendo dificultades que retrasaron la construcción de la obra.

Pero ya el hotel estaba comenzado y la decisión que tomamos fue la de construirlo por cuenta del país; aunque tuviéramos que arrancarnos las tiras de la piel, dijimos: Este hotel no se puede quedar así hay que hacerlo, busquemos el dinero de donde sea, hagamos los proyectos y construyamos el hotel.

Es especialmente agradable pensar que este hotel es ciento por ciento cubano…” Es especialmente agradable pensar que al menos el país lo guía un pensamiento que se impulsa así: “aunque tuviéramos que arrancarnos las tiras de la piel”.Foto: AutorFoto: Autor

Cuanta distancia entre estos dos hombres de formación, pero nacidos en el mismo gran país de Martí, hay cosas que llevan algunos hombres -y que no llevan otros- y que sus funciones exigen poseer, no se enseñan, no se otorgan, corren calmados (inteligente forma de llevar la prisa) y con excelencia en el devenir creciente de la personalidad.

Entre 1906 y 1911, Don Fernando Ortiz, uno de los “tres ilustres descubridores de Cuba”, escribió la cuarta de sus obras incipientes: Entre cubanos, en ella el exacto juicio de este sabio intelectual ordenaba los obstáculos que en su parecer contenía la psicología social del cubano para ‘modernizar’ (desarrollar) la vida del país en la circunstancia de la primera generación republicana.

Con frases a tono con su genio, presentimientos amargos y criterios enciclopédicos y polémicos podían leerse estos textos: “A ti que duermes al borde del camino de la vida…, a ti que, dormido sueñas y que soñando desprecias a los que trabajando vencen; a ti que solo piensas en el modo de no pensar nunca y que solo quieres no querer nada; a ti dedico esta colección de articulejos…

No al que contempla de cerca los detalles de la vida civilizada en los países de menos luz de sol y de más luz humana, no al que despierto y avisado observa atento la crepuscular vida de Hispano-Amèrica, conoce sus tonos apagados y se entristece por la falta de color vivo; sino a tì, soñoliento hijo de los trópicos, a ti van mis palabras… Despertemos Laboremos”.

Cada época ha formulado su propio paradigma de diálogo, sus amplias o estrechas posibilidades de interactuar. Hoy también estoy hablando para mis paisanos; sin embargo, me interesaría conversar y reflexionar íntimamente –y entre cubanos- sobre cosas esenciales y no solo producir ruido. Obviamente, me dirijo a todos, pero a través de cada cual.

El buen actor conoce la parte del escenario en que todo el auditorio lo ve, en que lo escuchan incluso desde la última fila. Algo similar ocurre ante un cuadro del género retrato que ubica el rostro humano en un plano muy frontal y nos parece que nos mira, sentimos que su mirada nos sigue a cualquier parte dentro del cubículo.

El actor que encuentra ese lugar en el espacio escénico y habla desde él, produce en cada una de las personas que componen el público y lo escuchan (lo perciben) la impresión ‘egoísta’ de que es para él ese mensaje, de que es con él con quien habla a quien se dirige.

Esta interesante revelación de la ciencia estética muestra lo necesario que resulta llegar a todos a través de cada cuál, aclarándolo todo y fundamentándolo plausiblemente, no dejando dudas o solo permitiendo las menos posibles: las inevitables. Ese es el camino que desde la cultura y en nuestro territorio he comenzado a desbrozar.Hay consignas vacías, que ya no dicen nada, pero hay consignas en las que creeremos siempre: “Patria o muerte. Venceremos”.Hay consignas vacías, que ya no dicen nada, pero hay consignas en las que creeremos siempre: “Patria o muerte. Venceremos”.

Mi país tiene la grandeza y el crédito de su historia, colmena de apetitiva miel, pero cuánto se recarga nuestra pereza local adicho esfuerzo. Aquí estamos –y este es mi criterio- a la espera, responsabilizando a otros por algo que no podrán hacer sin nosotros, por algo que se hará mejor con su ayuda. El deber podrá corresponder desbalanceado, pero por igual a quienes necesitan y a quienes los representan.

“Cuando un niño se acuesta en la noche, en ese momento de soledad antes dormirse, debe pensar en todo lo que ha descubierto y aprendido ese día, pero si considera que no aprendió nada ni hizo amigos, debe allí mismo echarse a llorar sobre la almohada”.

Es particularmente impresionante y perfecto el recurso con que Martí en este pasaje de La Edad de oro” motiva la ‘simple lectura’ de aquella revista: la necesidad de aprender como valor de vivir.

Ojalá que cada uno de nosotros enfrente cada noche sobre la almohada su balance personal del día. Por eso, no estaría mal imaginar al hidalgo de la triste figura en su venusta Rocinante recorriendo esta tierra roja y negra de Cubitas, sin su fiel Sancho. “Nos hace falta, como a vosotros, resucitar a Don Quijote, a nuestro ideal…” Después le avisaremos a Sancho.

Notas: Extracto de un ensayo homónimo escrito entre 1992 y 1994, compuesto inicialmente por las partes “La cultura existe”, “Suban a bordo, una introducción municipal”, “La Gloria, otrora La Gloria” city”, “La galopante Comunidad de Cubitas, luego de la rectificación vendrá una rectificación de la rectificación”, “Sola no está sola” y “Sola busca sueños que la acompañen y laboren”.

S®L∑Ñ@S

Por falta de recursos en un período concreto se postergó (y postergar quiere decir para más adelante) el mejor proyecto de Galería de arte fuera de la capital provincial, pero luego por falta del recurso perspectiva se suplantó en enero del 2000 por una útil panadería, olvidándonos de la sabiduría en aquel conjunto de libros manuscritos hace dos mil novecientos quince años: “Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Cumpliéndose aquí aquel célebre apotegma de Marx: La historia se repite dos veces: La primera como tragedia y la segunda como farsa.