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Una hembra (de serpiente Thamnophis sirtalis parietalis), asediada sexualmente por serpientes macho más pequeñas durante la temporada de apareamiento en Norteamérica./Foto: noticiasdelacienciaUna hembra (de serpiente Thamnophis sirtalis parietalis), asediada sexualmente por serpientes macho más pequeñas durante la temporada de apareamiento en Norteamérica./Foto: noticiasdelacienciaSe ha confirmado que afrontar la temporada de apareamiento de forma frenética provoca en algunas especies de serpientes que los machos envejezcan más rápido y que mueran antes y en peores condiciones que las hembras, las cuales priorizan el mantenimiento de su salud antes que el éxito reproductivo a corto plazo.

El equipo internacional de Christopher R. Friesen, de la Universidad de Sídney en Australia, centró su investigación en las serpientes Thamnophis sirtalis parietalis, comunes en Norteamérica.

De entre los hallazgos, los más llamativos son estos:

Los machos se entregan a un apareamiento energéticamente costoso durante un tiempo de 2 a 4 semanas al año. No comen y deben competir con miles de otros machos durante dicha temporada de apareamiento. Las hembras, por su parte, permanecen en el lugar de la orgía durante apenas un día, muchísimo menos que los 21 días de los machos. Finalmente, las serpientes hibernan bajo tierra durante ocho meses en sus madrigueras comunitarias, y emergen en masa en primavera, para formar grandes grupos donde los machos luchan por localizar hembras y aparearse con ellas.

El equipo de Friesen midió la longitud de los telómeros (un biomarcador del envejecimiento) en serpientes de ambos sexos. Friesen y sus colegas hallaron que los machos son incapaces de mantener una buena condición física, y envejecen más deprisa que las hembras. Esto probablemente se debe a que estos invierten muchos de sus recursos en intentar aparearse, desatendiendo la protección contra los daños celulares y del ADN que están asociados con el envejecimiento. En cambio, las hembras priorizan la salud de su cuerpo, por lo que cuentan con más recursos para reparar los daños celulares, lo que las lleva a disfrutar de vidas más largas y a más oportunidades futuras de reproducirse.

Las hembras se reproducen cada dos años, aunque el éxito de su ciclo reproductivo también depende de sus reservas de grasa/energía almacenadas. En investigaciones previas, Friesen y sus colaboradores han mostrado que las hembras pueden almacenar esperma durante 15 meses o más antes de utilizarlo para fertilizar sus huevos.

Además de priorizar su autoconservación frente al sexo, las serpientes estudiadas no gastaron energía cuidando a sus crías tras el nacimiento, lo cual está en línea con lo que hacen otras serpientes en esta situación.(noticiasdelaciencia)