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Foto: Tomada de acn.cuFoto: Tomada de acn.cu

CAMAGÜEY.- “Al final voy a coger una carrera”, “¿Para qué me voy a matar estudiando?”, “Lo mío es darle el título a mi mamá”. Estas frases pueden escucharse en cualquier preuniversitario, aunque siempre están los que prefieren esforzarse para alcanzar sus metas.

Los resultados de las últimas pruebas de ingreso respaldan este comentario. Solo el 59.09 % de los estudiantes presentados en nuestra provincia aprobaron las tres asignaturas, por debajo de años anteriores y como evidencia de falta de preparación y estudio.

Antes, si desaprobabas alguna prueba de ingreso ordinaria o extraordinaria, no podías ingresar a la Universidad en el curso diurno. Con el complejo escenario que vivió el país, y el sistema educacional cubano durante la Covid- 19 se modificó esta forma de acceso. Mediante la Resolución 119/2021: Manual de Normas y Procedimientos para la organización, ejecución y control del proceso de ingreso a la Educación Superior, hoy cualquier estudiante de preuniversitario puede ingresar a la Universidad, aunque tengan prioridad quienes aprueben los exámenes de Español, Matemática e Historia.

Así las pruebas de ingreso dejaron de ser un filtro y pasaron solamente a ordenar a los estudiantes que deseen entrar a la Educación Superior, aunque sintetizan todos los contenidos recibidos durante tres cursos escolares y que, supuestamente, fueron vencidos. Entonces, ¿quien no las apruebe merece estar en la Universidad? ¿qué genera en los estudiantes eliminarlas como requisito? En nuestra opinión provoca desmotivación, alienta el facilismo y la falta de esfuerzo: el ser humano siempre ha apreciado más lo que le cuesta. 

Los beneficios de la resolución ya traen consecuencias: este año solo se presentaron a las pruebas de ingreso 907 estudiantes de los 2 175 previstos en la provincia. Esto, unido al insuficiente trabajo de formación vocacional y a fenómenos sociales como la emigración, constituyeron las causas fundamentales de los pocos presentados.

Según Mercedes Maceira Valladares, metodóloga provincial de Español- Literatura en preuniversitario, desarrollan “una estrategia que incluye acciones para los estudiantes, profesores y la familia, como fortalecer la cobertura docente en duodécimo grado, analizar los resultados de los estudiantes en cursos anteriores, desarrollar claustrillos a partir de los elementos afectados e insertar a la familia en ellos”.

Existen algunos mecanismos para otorgar carreras en base a la idoneidad que apuntan a caminos más justos: algunas carreras, como Periodismo y Relaciones Internacionales, utilizan las pruebas de aptitud y no por casualidad presumen de mejor correspondencia ingreso-promoción.

Otra alternativa creó la Universidad de Camagüey: la Copa Ignacio Agramonte, ya próxima a la segunda edición. Con el objetivo de fomentar el ingreso de alumnos talentos a estudios superiores, se premian a los ganadores de concursos en siete asignaturas, con especialidades afines: por ejemplo, quien sobresale en Química tiene las puertas abiertas a Ciencias Alimentarias, Educación Química o Ingeniería Química. Pasa similar con Matemática, Física, Biología, Español, Historia de Cuba y Geografía. El tiempo dirá cuán eficaz resulta, mas resuelve el dilema de quien, por una baja calificación en la prueba de ingreso de Matemática, no alcanzó un cupo para Lenguas extranjeras.

(Adelante)