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En las 10 semanas de ataques y bombardeos indiscriminados contra Gaza, buena parte del norte de la Franja se se ha convertido en un erial. Foto: Reuters.En las 10 semanas de ataques y bombardeos indiscriminados contra Gaza, buena parte del norte de la Franja se se ha convertido en un erial. Foto: Reuters.

Los ataques terrestres y aéreos del ejército israelí han causado desde el pasado 7 de octubre la muerte de 19 453 personas y heridas a 52 286, además de un número indeterminado de desaparecidos, según una actualización presentada este lunes por las autoridades de salud del enclave palestino.

Al menos 25 personas perdieron la vida en un bombardeo nocturno del ejército israelí cerca del campo de refugiados de Nuseirat, situado en la parte central de la Franja de Gaza, al noreste de la ciudad de Deir al Balah.

Entre las víctimas, según la agencia de noticias palestina WAFA, hay una periodista, Haneen Ali al-Qutshan, que trabajaba para una radio en Gaza.

Al menos 110 personas murieron el domingo en el bombardeo de edificios residenciales en el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de Gaza, según dijo a la televisora Al-Jazeera Munir al-Boursh, funcionario de alto nivel del Ministerio de Salud.

La zona ha sufrido fuertes ataques en los últimos días. “Nadie puede recuperar a los mártires ni llevar a los heridos a los hospitales”, dijo Amal Radwan, que está en un refugio de la ONU en Jabaliya.

En ese contexto, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, llegó este lunes a Israel entre expectativas de que presionara al Gobierno de Tel Aviv para reducir operaciones bélicas en Gaza ante el creciente repudio internacional y las denuncios de genocidio contra la población palestina.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, y miembros de su gabinete, han insistido en que las acciones bélicas continuarán hasta eliminar al grupo islámico Hamás.

Estados Unidos ha vetado las peticiones internacionales de un cese del fuego y enviado municiones a su estrecho aliado, al tiempo que pide más medidas para evitar el daño a los civiles.

En las 10 semanas de ataques y bombardeos indiscriminados contra Gaza, buena parte del norte de la Franja se se ha convertido en un erial, hay decenas de miles de muertos, heridos y desparecidos, y unos 1.9 millones de palestinos, casi el 85% de la población del enclave, han sido desplazados.

La mayoría abarrotan refugios gestionados por Naciones Unidas y campamentos de carpas en la zona sur del asediado territorio, en una situación en que tanto pobladores como trabajadores humanitarios de la ONU y ONG internacionales han denunciado que no hay un lugar seguro en ese territorio.

Los ataques y bombardeos en zonas de hospitales de Gaza han dejado a la mayoría fuera de servicio.

La Organización Mundial de la Salud dijo estar “consternada” por el asalto israelí al hospital Kamal Adwan, en el norte de Gaza, durante los últimos días. Al menos ocho pacientes murieron, incluido uno de 9 años, y varios huyeron a pie porque las ambulancias no podían llegar al lugar, denunció el domingo por la noche el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La OMS, que trata de restaurar los servicios en Shifa y pudo visitar el lugar el viernes, describió su ala de urgencias como un “baño de sangre”, con cientos de pacientes heridos, algunos recibiendo suturas en el suelo con poco o ningún analgésico.

Decenas de miles de personas se refugiaban en el recinto pese a la grave falta de agua y comida, dijo la agencia sanitaria de Naciones Unidas.

Los bombardeos comenzaron luego del ataque de Hamás, el pasado 7 de octubre, que dejó unos 1 200 muertos, mientras que 240 personas fueros tomadas como rehenes.

Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y EE.UU., fueron canjeados 80 rehenes israelíes, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre.

Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos de Hamás, que ha advertido que no serán liberados más rehenes hasta que cesen las acciones militares israelíes.

Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.

El ejército israelí afirma que 127 de sus soldados han muerto en la ofensiva en Gaza y que ha matado a miles de milicianos, sin presentar pruebas.

(Cubadebate)