Sevilla, España, 3 jul .- Sevilla termina hoy con todo éxito el auspicio de la IV Conferencia para la Financiación del Desarrollo (FFD4), pero el calor y los transportes dan dolores de cabeza a España.
La capital de Andalucía volvió a lucirse con bien ganada fama de hospitalidad, pero pudo hacer poco ante temperaturas que llegaron a rebasar los 45 grados, ni solucionar con celeridad cierto caos vehicular el pasado lunes.
El turismo, que ya recibió a más de 38 millones de viajeros en el primer semestre del año, se multiplicó a propósito de la llegad de la estación estival y también, del evento de Naciones Unidas.
A todo este panorama se sumaron problemas inesperados, primero en los trenes de alta velocidad, justamente en el trayecto de Madrid-Sevilla, y la víspera en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez, el primero por averías en las catenarias y tramos de vías férreas.
Específicamente en la terminal cuatro (T4), el caos todavía deja secuelas con numerosos atrasos o cancelaciones de vuelos. La causa principal, inoperancia de los sistemas informáticos para el control de pasaportes.
Asimismo, la crisis se acentuó por la ausencia de suficientes agentes de la policía, encargados de esas labores.
Tampoco el calor dio mucha tregua, si bien las temperaturas se “acomodaron” en Sevilla a los 40 grados y en Madrid a los 37. Pero apenas está empezando el verano.
En todo caso, el afán de la FFD4 de acopiar montos por millones en divisas y diseñar proyectos de implementación inmediata, pareció encontrar un camino esperanzador.
El mismo hecho de que la desidia o el distanciamiento de Estados Unidos y algunos de sus aliados, no afectara demasiado la cita de Sevilla, es una buena señal.
Así, el llamado del encuentro que termina este jueves, intenta llenar los vacíos y tareas pendientes, cuando se acerca el sprint final hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU
Esta dinámica perentoria encontró en la capital de Andalucía una andadura con pasos sólidos del CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, y el espaldarazo de otros actores como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, de personalidades como el Premio Nobel estadounidense de Economía, Josep Stiglitz, y de otras entidades como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y conglomerados financieros del mundo árabe. (Texto y foto: Prensa Latina)