Foto: Cadenagramonte.Brasilia, 24 abr.- Las afiliaciones al Partido de los Trabajadores (PT) crecieron notoriamente a partir del encarcelamiento, el pasado 7 de abril, del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó el diario digital Brasil 247.
Desde la detención del fundador y líder histórico del PT fueron registrados más de tres mil 200 nuevos miembros en la organización, cifra que representa un 30 % del total de 11 mil inscritos en el transcurso de este año.
El PT lanzó este lunes en la ciudad de Curitiba, durante la reunión de su dirección nacional, la nueva campaña “Soy Lula, soy PT”, que busca estimular las adhesiones a esa fuerza política, la mayor del país en lo que a número de afiliados respecta con alrededor de dos millones 100 mil.
Del total de militantes petistas, precisó la fuente, 44 % son mujeres; una cuota que en el caso de las ciudades con hasta medio millón de habitantes se eleva hasta el 51 %.
Por otra parte, tras finalizar a comienzos de este mes la llamada “ventana partidista” -como se conoce el período en que los diputados federales pueden cambiar de partido sin sufrir ningún tipo de sanción- el PT resultó con la mayor bancada de la Cámara baja, con 60 legisladores.
Esto muestra la solidez política e ideológica del partido, que constituye sin dudas “un eje en el campo de la izquierda para la implementación de un proyecto nacional y popular y la construcción de un país más justo, solidario y desarrollado”, valoró el líder de la bancada petista.
De otro lado, y en declaraciones amplificadas por la propia publicación, el senador Lindbergh Farias apreció que el martirio al cual está siendo sometido Lula en su condición de preso político puede ser la llave para la victoria de la izquierda en las elecciones de octubre próximo.
Creo que la gente está en una encrucijada: o reconquista la democracia ahora, o podemos ir a un proceso de continuidad del golpe (perpetrado en 2016 contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff) que no se sabe a dónde va a parar y puede incluso convertirse en una dictadura; nada está descartado, advirtió. (Cadenagramonte)