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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteMéxico, 8 ago.- El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, llamó a la unidad y al perdón sin olvido para enfrentar la ardua pacificación del país.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, ciudad con altos niveles de criminalidad y que cobró macabra notoriedad mundial por los feminicidios, López Obrador dijo que se trata de una tarea a realizar sin sectarismos y con tolerancia.

Aseguró que no tiene compromisos con grupos de intereses creados. “Nada más tenemos como amo al pueblo de México, entonces tienen ustedes todas las libertades para que se analicen todas las opciones. No es que esto no se va a tocar porque no le gusta a un Gobierno extranjero. No nos importa, si es bueno para México se llevará a la práctica”, agregó.

“Esa es una gran ventaja, que podamos recoger las opciones de la gente, convertirlo en programas sin estar supeditados a intereses creados, podemos actuar con libertad”, añadió.

López Obrador pidió “estar dispuestos a perdonar. Ya lo dije en campaña y lo repito: coincido con los que dicen que no hay que olvidar, pero sí estoy a favor del perdón; respeto mucho a quienes dicen ni perdón ni olvido. Digo olvido no, perdón sí”.

Ante familiares de víctimas, que a lo largo de su discurso exigieron justicia, subrayó que la violencia no se va a resolver sólo con mano dura, el uso de la fuerza, ni tampoco con masacres.

El aforo del teatro fue insuficiente para los ciudadanos que quisieron participar en el primer foro de la paz, al que acudieron, además de miembros del futuro gabinete, el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González, y el gobernador del estado de Chihuahua, Javier Corral.

El próximo mandatario mexicano aseguró que el país vive en extremos de inseguridad y violencia por el abandono de la actividad productiva, de los jóvenes, la falta de creación de empleos y el modelo neoliberal. (Cadenagramonte)