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Washington, 11 ene.- La mayoría de los cubanoamericanos en el condado estadounidense de Miami-Dade apoya políticas de acercamiento a Cuba, como las adoptadas por la Administración de Barack Obama (2009-2017), arrojó una encuesta de la Universidad Internacional de Florida.

De acuerdo con el estudio, el primero de su tipo realizado desde el inicio de la Administración de Donald Trump en enero de 2017, el 63 % de los cubanos que viven en esa área del estado sureño expresaron su respaldo al establecimiento de relaciones diplomáticas entre las dos naciones.

Realizado del 14 de noviembre al 1ro de diciembre pasados entre mil una personas, la pesquisa indicó que el 68 % de los interrogados favorece la expansión o el mantenimiento de las relaciones comerciales con Cuba por parte de las empresas estadounidenses.

Asimismo, el 70 % está de acuerdo con la venta de productos alimenticios al país caribeño por compañías estadounidenses, una actividad que aún mantiene muchas restricciones impuestas por Washington, como el hecho de que Cuba debe pagar por las mercancías agrícolas en efectivo y por adelantado.

Respecto a que las empresas norteamericanas vendan artículos médicos a la mayor de las Antillas, el 75 % de los encuestados está a favor de tal actividad.

Además, el 65 % apoya la continuación de las oportunidades de viaje “pueblo a pueblo”, que fueron restringidas en las medidas emitidas en noviembre de 2017 por el Gobierno de Trump para limitar aún más las visitas de estadounidenses a la isla y el comercio entre los dos países.

De igual modo, el 57 % de los encuestados favorece los viajes sin restricciones de todos los estadounidenses, quienes hasta el momento no pueden ir a la nación caribeña como turistas y deben incluirse en alguna de las 12 categorías autorizadas para visitar ese territorio.

Según el sondeo, el 52 % de los cubanos en el condado de Miami-Dade también respalda el fin de la política de “pies secos-pies mojados”, la cual fue terminada por la Administración previa el 12 de enero de 2017, en lo que la Isla calificó como un paso importante para garantizar una migración regular, segura y ordenada.

En relación con el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de 55 años, el 80 % de los interrogados coincidió en que esa política no ha funcionado, algo repetido por Obama, quien llamó al Congreso a ponerle fin.

A decir del estudio, que tiene un margen de error de 3,1 %, la comunidad cubanoamericana está dividida equitativamente en su opinión sobre el mantenimiento o la abolición de ese cerco: el 51 % quiere que siga y un 49 % rechaza su continuidad.

Este tema tiene grandes diferencias según los grupos de edades, porque son más quienes favorecen el bloqueo entre los mayores de 60 años de edad; pero entre quienes tienen de 18 a 39 años, el 65 % se opone a su continuidad, y entre quienes tienen de 40 a 59 años, poco más de la mitad, el 51 %, también desea el fin de la política.

Uno de los gráficos del reporte difundido este jueves destaca la división entre los cubanoamericanos que inmigraron a este país antes de 1979, y quienes lo hicieron después de esa fecha o nacieron fuera de la nación antillana.

Mientras el 68 % de quienes llegaron de 1959 a 1979 apoya el bloqueo, el 56 % de los que vinieron luego está de acuerdo con su eliminación y, en específico, el 60 % de los llegados después de 1995 no quiere que se mantenga.

La encuesta también analizó las afiliaciones políticas de los cubanoamericanos, y arrojó que el 54 % está registrado por el Partido Republicano, mientras un 19 % es demócrata y un 26 % se reconoce como independiente.

El sondeo indicó que la participación republicana fue un factor significativo en las elecciones de medio término de noviembre último, en las que casi el 70 % de los cubanoamericanos apoyó al gobernador Ron DeSantis y al senador Rick Scott, ambos de la fuerza roja.

Sin embargo, ello no evitó que dos asientos del Congreso anteriormente en manos de exlegisladores promotores de una línea dura hacia la Isla, Ileana Ros-Lehtinen y Carlos Curbelo, pasaran a manos demócratas.

En el caso del escaño correspondiente a Ros-Lehtinen, la candidata republicana María Elvira Salazar, quien defendió la reversión dada por Trump al acercamiento a Cuba, fue derrotada por la demócrata Donna Shalala; mientras el propio Curbelo perdió su asiento ante la miembro del partido azul Debbie Mucarsel-Powell.

La propia encuesta apuntó que cuando los cubanoamericanos ejercen su voto tienen como prioridad temas de la política doméstica, como la economía, el empleo, la atención médica y el control de armas, por delante de la posición con respecto a Cuba.

A ello se suma que el control del Partido Republicano sobre los votantes cubanoamericanos ha cambiado con los arribos de personas de la Isla en los últimos años.

Si a principios de la década de 1990 el 70 % de los cubanoamericanos eran republicanos registrados, tal cifra cayó hasta el 54 % actual, y de los llegados a partir de 1995, un 36 % es republicano, un 25 % demócrata y un 38 % se reconoce como independiente. (Radio Cadena Agramonte)