Justa Guzmán MorfaSierra de Cubitas, 15 abr.- Privada de su visión por el trascurrir del tiempo pero con una memoria que muchos sentirían envidia, la cubiteña Justa Guzmán Morfa llegó a sus 90 años de vida.
“Me siento muy contenta, feliz de tener mi familia conmigo y haber podido vivir hasta hoy. Nací en el mismo año que Fidel, por eso llegué, y por eso lo recuerdo con tanto amor”, confesó sonriendo la bisabuela ante el micrófono de esta reportera que no salía del asombro por la extraordinaria memoria de la entrevistada.
Justa, con una habilidad poco común para alguien de su edad, respondió todas las preguntas que su hijo le hizo, hasta el nombre y apellidos de su primer maestro primario, nombrado Antonio Estar; asimismo interpretó la letra completa de una canción que, según ella, compuso para Fidel hace más de 40 años.
“Estudié hasta el cuarto grado, y para asistir a clases tenía que atravesar a pie muchos caminos con manigua, me acompañaba un hermano que ya murió; eran tiempos muy difíciles, no había luz, ni televisor, tampoco existían médicos cerca por eso tuve que dejar los estudios para cuidar a mi abuelita que estaba muy enferma.
El triunfo de la Revolución fue una bendición, entonces los guajiros tuvimos electricidad, escuelas y atención médica gratuita para nuestros hijos y casas decentes de mampostería, todo gracias a Fidel que siempre pensó en los pobres”, agregó la nonagenaria cubiteña con lágrimas en los ojos.
“Yo estoy muy emocionada de tenerla a usted aquí”, dijo, señalándome con su mano derecha sin saber, por su ceguera, exactamente donde yo estaba, “pero sí estoy segura”, afirmó, “que la Revolución también hizo posible su título y esa grabadora para poderme entrevistar”, y se rió a carcajadas como los niños cuando hacen travesuras.
Justa junto a sus seres queridos
Son pocas las personas privilegiadas con el hecho de cumplir su onomástico 90, y esta cubiteña haciéndole honor a su nombre para cerrar la entrevista, expresó: “periodista, ponga ahí, que si yo estoy aquí, y si cumplí 90 años, es gracias a esta Revolución y a ese gigante que descansa en una roca en el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba”.(Fotos: Andrés Mario Hidalgo Brito)