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Foto: ArchivoFoto: ArchivoJul, 2019.- Varias han sido las vías que históricamente EE.UU. ha utilizado para apoderarse de Cuba, el empeño se remonta a la premeditada estrategia de “espera paciente” y la doctrina Destino Manifiesto , concepción geopolítica que se fue transmitiendo por décadas entre los grupos de poder que dominaron los diferentes gobiernos estadounidenses desde los primeros años del siglo XIX.

Después de intervenir el país en 1898 y frustrar la independencia por la que los cubanos habían peleado a golpe de machete, los Estados Unidos ocuparon militarmente el territorio cubano, aplicando además otras fórmulas injerencistas en el campo ideológico y cultural.

Sin embargo, llegó la definitiva independencia el 1ro. de enero de 1959, con el Triunfo de la Revolución Cubana. Ahí está la esencia del conflicto bilateral entre ambos países que perdura en el tiempo: recuperar la dominación sobre el archipiélago y transformar su sistema político, económico y social, contra la voluntad soberana del pueblo cubano de defender su independencia y mantener el socialismo.

El gobierno estadounidense en 1996 aprueba la Ley Helms-Burton, para mayo del 2019 implementa el capítulo III de esta controvertida norma, convirtiéndose en un instrumento legal para dotar de herramientas más tenaces al bloqueo económico y financiero que sostiene la nación norteña contra el territorio cubano.

Ante tal situación cabe enfatizar que el pueblo cubano repudia enérgicamente esta ley extraterritorial y jamás permitirá que los destinos del país sean regidos por leyes dictadas por ninguna potencia extranjera.

Este rechazo se ha convertido en eco de manera casi unánime por comunidades como la Unión Europea, el Reino Unido, Canadá, México y muchas más, debido al carácter violatorio de los principios del Derecho Internacional reconocidos en la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, así como por su aplicación en contradicción con las normas internacionales, pretendiendo dictar arbitraria e ilegalmente reglas para ser cumplidas por otros estados.

Pese a los intentos imperialistas en destruir la Revolución Cubana, el pueblo resistirá las agresiones, en defensa de su libertad, independencia y soberanía