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Foto: ArchivoFoto: ArchivoSierra de Cubitas, 4 mar.- Al igual que en el resto del país la necesidad de prestar un servicio con calidad todavía es un asunto pendiente.

Entre las principales incidencias están trabajar sin medir resultados pues se orienta por parte de los directivos lo que hay que hacer pero no se fiscaliza y cuando se hace es durante las primeros días de las medidas, no se averigua la satisfacción de los clientes o simplemente se obvia su criterio y se justifica con problemas y carencias subjetivas.

Actualmente, este es un renglón pendiente en varios segmentos de la realidad cubiteña, y es que, aún falta mucho por hacer respecto a la calidad en la prestación de servicios.

En Cuba existe el refrán popular de que “escobita nueva, barre bien”, para referirse al quebranto en la calidad de los servicios en los centros, poco tiempo después de su creación o reparación. Y lastimosamente es una realidad.

La higiene del lugar, de los utensilios, del área de elaboración, el porte y aspecto de los trabajadores, la profesionalidad son aspectos que deben regir, y que muchas veces distan de la realidad, y encontramos empleados mal educados, fuera de sus puestos de trabajo, y poco solícitos; problemas con el pesaje de los productos, con el cambio o “vuelto”.

El estado cubano trabaja en tratar de erradicar esos problemas relacionados con la calidad de los servicios y la protección al consumidor. Pero es un problema que nos afecta a todos y que muchas veces está mediado por las imparcialidades. Hay que recordar que la prestación de servicios en como un ciclo, hoy estamos de la parte de adentro del mostrador y mañana somos clientes.

Sería bueno aplicar la idea de no hacer lo que no nos gustaría que nos hicieran.

La meta debe ser incrementar el seguimiento a cada una de las tareas para ganar en credibilidad y eficiencia, pero sobre todo para ofrecer prestaciones de calidad a la altura de lo que el pueblo necesita.

Seguir trabajando para mejorar la satisfacción del cliente, localizar y disminuir los errores, trabajar en equipo y hacer partícipe a todos, son cambios necesarios, ya que son la esencia de la cultura de calidad.