Fotos: AutoraSierra de Cubitas, 12 jul.- El ejemplo de Mariana Grajales nos llega, como la forjadora de esa estirpe de guerreras, que con los ojos de madre amorosa, como la calificó José Martí, educó a sus hijos en el amor a Cuba, por la que ellos dieron hasta la última gota de su sangre generosa.
Sierra de Cubitas, 12 jul.- El ejemplo de Mariana Grajales nos llega, como la forjadora de esa estirpe de guerreras, que con los ojos de madre amorosa, como la calificó José Martí, educó a sus hijos en el amor a Cuba, por la que ellos dieron hasta la última gota de su sangre generosa.
Hoy su legado está una generación de féminas que dan continuidad a su ideas, sobre la base de un contexto en el que destaca el amor a la patria y al trabajo, valores que en los momentos actuales se materializan en esferas económicas y sociales de esta demarcación.
Tareas en la salud, educación y la producción de alimentos cuentan con el protagonismo de la mujer, la misma que no detiene el empuje de mambisa altruista y comprometida con la nación que la emancipó con el orgullo de sus raíces.
La presencia de varias de ellas en la sustitución de importaciones ratifica la firmeza de quien es útil a la sociedad desde la entrega cotidiana.
Más detalles en la siguiente entrevista.