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Fotos: AutoraFotos: AutoraJulio, 2020.- La prevención y el control sanitario son palabras claves para erradicar la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la fiebre amarilla y el dengue.

Con las recientes lluvias y las condiciones creadas por las elevadas temperaturas y cierto deterioro de la higiene en algunos lugares, se demanda de la población mayor apoyo y no solo en las labores de higienización y limpieza en el barrio, sino también en la realización del autofocal familiar.

Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Salud Pública no puede asumir íntegramente la eliminación de los criaderos del vector sin una participación activa y unida de la población y de la comunidad en general, tal como sucedió en la comunidad Cubitas durante el fin de semana, donde todos aportaron su granito de arena.

Inspeccionar al menos días alternos cada recipiente de agua, velar por la limpieza de cada patio, azotea, hogar y centro de trabajo, son acciones que a la postre nos benefician a todos, pues la lucha contra el mosquito es una faena en la que nos va la vida.

El pase a la tercera fase de la etapa de recuperación, debe constituir un incentivo para no bajar la guardia frente al complejo escenario epidemiológico que atraviesa la humanidad, debido a la Covid-19 y mucho menos ahora cuando países que presentaron un índice favorable en el control de esta enfermedad vuelven a aplicar la cuarentena por los recientes rebrotes.

Entonces, depende de todos la victoria final contra la Covid-19 y el agente transmisor del dengue, pero más que un lema, debe ser una prioridad, tanto en casa como fuera de ella, porque queda demostrado que en esta batalla la responsabilidad es de los valores que ahora más que nunca deben ponerse en práctica.