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Foto: ArchivoFoto: ArchivoFebrero, 2020.- En lo que va del año 2021 se han reportado más casos de Covid-19 en Cuba, que los rebrotes del 2020, debido al alto nivel de indisciplina de la población y violación de los protocolos de bioseguridad contra el letal virus, claro, esto se resume en pocas palabras: baja percepción del riesgo.

Hay familias llorando la pérdida de un ser querido, heridas que nunca cicatrizan, sobre todo cuando por la falta de responsabilidad de los demás miembros de la familia, sucede lo que no debiera pasar en un país donde constantemente se alerta a la población de la importancia de cuidarse, de extremar las medidas.

Todavía se aprecian a simple vista, más allá del distanciamiento que sigue sin funcionar correctamente, pomos plásticos con la solución clorada puestos días y más días, algunos en el sol, hasta que se acaben o los rellenen. Y como si no bastara cuentan con un orificio por el cual se evapora el cloro, la idea es agilizar su aplicación, pero lo obvio, lo correcto, sería cerrarlos herméticamente después de utilizarlos.

Y aunque a partir del Decreto 31, se observa mayor disciplina de la población en cuanto al uso del nasobuco (mascarilla), aun es insuficiente pues en reiteradas ocasiones he sido testigo presencial de como se utiliza la misma prenda todos los días, sin aplicar lo que está establecido para su uso y peor hay quienes ante el olvido del mismo, recurren al que ya había usado un integrante de la casa o amigo.

Todavía hay muchos poquitos que nos hacen vulnerables al SARS- CoV-2, que aunque para algunos -en su mayoría jóvenes- lo ven como algo normal sabemos que no es así, ya lo han demostrado las tristes noticias de personas de ese grupo etario que han muerto ante complicaciones de la enfermedad.

Por ello no hay que esperar que suceda lo peor para tomar conciencia de lo letal que resulta la Covid-19, lo más preciado está en juego: la vida y aunque Sierra de Cubitas ha sabido enfrentar la presencia del virus en tres ocasiones y posibles sospechas en otras, no estamos exentos de enfrentar la triste realidad que viven hoy otros territorios.