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Foto: AutoraFoto: AutoraSierra de Cubitas, 27 jun.- El Politécnico Campaña de la Reforma, en este territorio, escogido como centro de aislamiento para sospechosos de COVID-19, no detiene su labor en la soberanía alimentaria pues sus trabajadores continúan aportando al surco sus mejores esfuerzos.

Rafael Vázquez Vázquez, es uno de esos hombres que enfrenta cada tarea con entusiasmo y sin reparos, por eso ante la pregunta de cómo marcha este programa en la instalación, sonríe y dice… “Muy bien, mire esas tierras, como hemos acabado con el marabú y las hemos sembrado de varios productos, ahora el plátano crece, la yuca ya está para comer, las habichuelas y las acelgas, el pepino, abastecen el plato de los aislados que permanecen aquí”.

Los 20 carneros en existencia que gozan de perfecta salud, los cuatro conejos y 14 aves criollas, constituyen también parte de las crías que se incrementan en el centro, además de una yunta de buey que se utiliza para la preparación de las dos hectáreas de tierras con que cuentan para el desarrollo de este programa.

Rafael, con su equipo, ahora encamina el trabajo en las dos responsabilidades que tiene, una la de lograr los óptimos servicios del centro de aislamiento y otra la de conseguir que la producción de alimentos continúe su curso y las que ya están logradas sigan con vitalidad.

Muchos son los esfuerzos de todos los trabajadores de este centro en los desafíos que hoy impone la COVID-19 en Sierra de Cubitas, algunos enfrascados en la limpieza, otros la elaboración de alimentos con calidad, y el personal de la salud en el cumplimiento de los protocolos para la prevención de la enfermedad, pero todos tienen un denominador común: lograr que el centro cumpla los dos objetivos por los cuales se trabaja.