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Septiembre, 2021.- La familia es quien inculca los primeros valores, la transmisión de estos crea un vínculo afectivo que ayuda a su desarrollo integral. La familia es la que asume el rol como unidad esencial y la célula fundamental de la sociedad, es precisamente en ella dónde el individuo moldea toda la estructura moral que regirá su conducta y su vida.

 La familia cubiteña apoya a la formación de valores, también, desde los centros educacionales, donde se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas. La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad.

Por ejemplo se considera un valor decir la verdad y ser honesto. Su práctica desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad. Desde el hogar las personas pueden ser debidamente criadas, educadas y recibir la formación de su carácter que les hará buenos hombres y buenos ciudadanos.

En tiempos de COVID-19 la familia ha desempeñado un papel importante en la aplicación de las medidas sanitarias, y en la búsqueda de iniciativas que permitan que todos se queden en casa para evitar algún contagio. En esta etapa igualmente  se ha reforzado el intercambio con los más pequeños.

La familia es por tanto, la primera escuela de virtudes humanas, que todas las sociedades
necesitan; por medio de la ella se introduce en la sociedad civil a las personas.  Es por ello necesario que los padres consideren la importancia que tiene la familia en la formación de los valores. (Yusmary Martínez Santiesteban)