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Foto: AutoraFoto: AutoraAbril, 2022.- Quienes tienen la oportunidad de conocer a la directora de la escuela Forjadores del Futuro, ubicada en el consejo popular Sola II en Sierra de Cubitas, opinan que desborda amabilidad y atención en cualquier ámbito social. Posee fluidez al hablar y una enorme cultura, cualidades que deben caracterizar a una maestra.

Lianis Cuesta Miñoso desde muy joven dedica su vida a la formación de varias generaciones de cubiteños. Es una persona humilde que no le gusta hablar de sí misma, pero cuando le pedí la entrevista no se negó, fuimos hacia la biblioteca de la institución y conversamos  por más de una hora sobre su trayectoria pedagógica.

Periodista: Usted tiene 26 años de trabajo en el sector educacional. ¿Qué la motivó a recorrer ese camino?

Lianis Cuesta Miñoso: Desde niña mi padre me inculcó amor por la profesión, luego en el preuniversitario me vinculé al círculo de interés de formación pedagógica y así fue como comencé a estudiar licenciatura en Educación Primaria. Lo que más me motivó fue el amor por los niños.

P: ¿De qué forma influyeron los alumnos durante sus años como docente y después como directora?

LCM: Los niños me resultan un aliento de vida. En mi alma vive el recuerdo de muchas generaciones a las que impartí clases. Tengo en la memoria grabado los nombres de diferentes niños que pasaron por mis aulas en el período que estuve en varias escuelas, pero en especial los de Forjadores del Futuro porque son y serán siempre un orgullo para mí, a ellos les debo cada uno de mis reconocimientos como profesora.

P: Durante dos años y medio cumpliste misión internacionalista en Estados Unidos. ¿Qué recuerda de aquella inolvidable experiencia?

LCM: Fui seleccionada junto a mi esposo para cumplir esa tarea, allí nos desempeñamos como maestros de los niños, hijos de los embajadores cubanos que trabajaban en aquel entonces en la Organización de las Naciones Unidas. Fue una etapa bellísima porque nos dedicamos a llevar el patriotismo, la cultura cubana, nuestra historia, recuerdo que realizamos actividades que sirvieron para enseñarle el legado de los próceres de Cuba.

P: ¿Cómo nace su tesis de doctorado?

LCM: De mi experiencia con esos muchachos en Estados Unidos surge mi tesis doctoral, la cual titulé: La formación de la identidad cultural de los educandos primarios desde las actividades escolares y extraescolares, la defendí  en el año 2020 y hoy estoy implementando los resultados en la escuela primaria que dirijo hace doce años.

P: Hay tantas historias que contar durante toda esta etapa, cuénteme alguna que recuerde con mucho cariño.

Cuando llegué a ese país se acercó a nosotros la hija de un Agregado Militar para plantearme su preocupación con el proceso de aprendizaje de la pequeña, le dije que tenía que confiar en los maestros. Yo estuve a cargo de la niña desde segundo y hasta cuarto grado, porque regresó a Cuba  un año antes que mi esposo y yo. Estando aquí recibió el galardón de Vanguardia Nacional y un anillo que se hacía con partes del grillete de José Martí cuando estuvo en el presidio político. Después recibimos una carta de su papá agradeciéndonos por todo.  

P: ¿Qué metas se traza la escuela?

LCM: Mantener la cobertura docente, eso es fundamental. Seguir trabajando en la formación vocacional y orientación profesional, el cuidado del centro, y la labor con los niños. Tenemos que demostrarle al mundo el potencial educativo de esta pequeña Isla.

P: ¿Cuán difícil es dirigir un colegio?

LCM: El trabajo es complejo porque hay que tener en cuenta las características de todos los niños, los problemas familiares que puedan presentar, y la preparación de los maestros.

Sin dudas Lianis Cuesta Miñoso es de esos tantos ejemplos que evidencian la valía del sistema educacional cubano.