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El trabajo y liderazgo de Vilma Espín Guillois es palpable en la obra de la Revolución Cubana.


Su formación como Ingeniera Química, en la Universidad de Oriente, le desarrollarse en el cumplimiento con respetabilidad de múltiples tareas en las cuales se destacó.
Vilma se quedó en la en la historia de Cuba, por su valentía y decoro al sumarse al Ejército Rebelde en 1958 con varias misiones, entre ellas la de coordinar acciones del movimiento clandestino de Oriente con el territorio del II Frente Oriental Frank País.
Su dedicación a las estructuras femeninas a partir del triunfo de la Revolución le admitió crear la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) que con honor presidió hasta su muerte.
Tuvo además un papel preponderante en el desarrollo de los Círculos Infantiles, en los beneficios alcanzados por las mujeres en cuanto al trabajo, estudio, programas de reeducación e igualdad de derechos y oportunidades de las féminas en la sociedad.
Fue significativa su participación en el surgimiento del entonces Código de la Niñez y la Juventud, y Código de la Familia.
Por su acentuada trayectoria al servicio de la independencia de la Patria fue electa miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), luego del Buró Político del Partido y también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular ,con importantes debates en comisiones que presidió, como la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, además de cumplir otras tareas asignadas por el Partido y el Gobierno.
El liderazgo de Vilma y su permanente preocupación por la dignificación y el desarrollo integral de las mujeres cubanas mantiene plena vigencia. Hoy continúan su legado miles de féminas a lo largo y ancho del país, enarbolando sus principios en defensa de la Patria, y la lealtad y confianza en la Revolución por la cual ella batalló hasta su último aliento. (Texto: Georgina González Meléndrez/Fotos tomadas de Internet)