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Foto: Archivo.Foto: Archivo.Sierra de Cubitas, 3 mar.- Es innegable el beneficio que ha traído consigo la utilización de las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y Google en el aspecto de la enorme facilidad que aportan para la comunicación intercontinental y el traslado en tiempo real de la información.

Las nuevas tecnologías nos ofrecen muchas posibilidades: conectarnos con amigos, personas de otras partes del mundo, culturas y mayor contacto y dinamismo de movimientos culturales entre usuarios.

Pero, ¿qué sucede cuando nos volvemos adictos a las redes?

Hay quienes entran en el mundo virtual como simples internautas pasando allí gran parte de su tiempo sin darse cuenta de los sucesos que los rodean, y llegan a crear tanta dependencia que no logran despegarse del asiento frente al monitor de su computadora, además existen otros que no separan sus dedos del táctil de sus celulares lo que les impide la comunicación interpersonal, alejándose así de su rutina cotidiana.

Otros se pierden los momentos en familias, se distancian de sus amigos y se convierten en personas obesas por la inactividad física.

Es tanta la adicción de algunos jóvenes que olvidan sus deberes escolares y otras tareas por preferir compartir su vida con su PC, y seguir obsesivamente la mayor tontería que aparezca en alguna de esas redes sociales llegando en la mayoría de los casos a caer en la obsesión.

Asimismo, aumentan los casos de jóvenes agredidos por otros usuarios quienes los acosan y suben fotos o videos humillantes de sus incautas víctimas, personas que a veces dan información privada a cualquiera que desea interactuar con ellos sin pensarlo antes, y solo se enteran de dicha ingratitud cuando algún conocido los ponen al tanto.

Es entonces que se dan cuenta demasiado tarde de su error: su imagen está dañada y es casi imposible borrar de la Internet lo publicado.

Muchos jóvenes de ambos sexos considerados adictos a las redes sociales prefieren pasar largas horas navegando que asistir a las actividades propias de su edad como el deporte, la recreación y hasta rechazan las relaciones de pareja o prefieren tenerlas a través de la pantalla.

De este modo experimentan un acercamiento a lo desconocido, de allí la importancia que reviste una preparación técnica, cultural, social y científica para quienes deben utilizar de manera sistemática esta ventaja de la tecnología que cada día se desarrolla con más fuerza y los avances de la misma nos van adentrando en un mundo completamente diferente al que tenemos hoy por los escenarios mediáticos.  

Por eso es mejor usar las redes sociales solo para lo que fueron hechas, sin caer en adicción.