Foto: AutorSierra de Cubitas, 26 jun.- Las drogas son aquellas sustancias que cuando se administran al organismo provocan cambios en la conducta, producen efectos perniciosos para la salud y para el bienestar físico o psíquico y crean dependencia que pueden modificar una o más funciones del organismo.
La mayoría de los consumidores crea una adicción que es difícil de superar de forma individual y que, en muchos casos, no es reconocida por la propia persona, origina graves conflictos familiares, de pareja, escolares, laborales e, incluso, problemas legales que deterioran el entorno social del individuo.
Para luchar contra ese flagelo se han creado organismos y centros de asistencia a drogodependientes formados por médicos, psicólogos, trabajadores sociales y otros profesionales preparados para informar, orientar y apoyar a quienes por una u otra razón están dominados por esas sustancias.
A pesar de que el tema de la droga es tratado de manera continua en los medios de comunicación desafortunadamente muchos jóvenes las consumen de manera habitual y provocan una fuerte adicción.
Muchos padres responsabilizan a las malas compañías de conducir a sus hijos por ese camino sin darse cuenta que la familia puede propiciar en el niño o el joven el uso de drogas por varias razones.
No hay una fórmula mágica para detener esa dañina tendencia. En Cuba la prevención es la medida más efectiva que se toma. Esto exige un trabajo duro y constante que permita desarrollar capacidades y destrezas a partir del seguimiento de pasos muy concretos.
La educación y la información, sobre todo a los jóvenes, en cuanto al tipo de sustancias que existen y los riesgos inherentes a su consumo es la mejor forma de prevenir y evitar su uso tal como se lleva a cabo en el norteño municipio de Sierra de Cubitas.
Las instituciones y programas con que cuenta el Estado cubano para la protección a la familia, la niñez y la juventud, la igualdad de derechos y de género, la seguridad social, el acceso universal y gratuito a la salud, educación, cultura y recreación dan garantía al despliegue sostenible de la política antidroga estructurada y multifactorial con participación activa de las organizaciones sociales y de masas, lo cual constituye su principal fortaleza.