Foto: ArchivoOct, 2018.- Cuando aquel 20 de octubre de 1868 se entonaron por vez primera las notas del Himno Nacional en Bayamo se abrieron las puertas al hecho histórico-cultural que marcaría el inicio de la nacionalidad cubana.
Para los cubanos este día no significa una fecha para recordar, sino que evoca los 150 años de lucha iniciados el 10 de octubre en La Damajagua, por el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes.
Para los hombres de aquella estirpe siempre valerosos como el abogado Pedro Figueredo Perucho, componer los ardientes versos sobre la montura de su caballo era cosa fácil, más si se trataba de independencia y victoria.
Bayamo ardía en aquel entonces, sus habitantes prefirieron la quema antes de ser entregados al enemigo. La Revolución estaba hecha. El carácter revolucionario de un pueblo se puso de manifiesto, expresión genuina del sentimiento patrio de un pueblo. Fue un himno de guerra y victoria que copiado de mano en mano, se cantó por todos los que estaban allí.
Desde entonces y hasta la actualidad el Himno se convirtió en uno de los símbolos de la Patria más utilizados, pues en todos los escenarios del pueblo cubano, incluso versionado por las nuevas generaciones se escucha a toda voz. Es por ello que considerar el 20 de octubre como el Día de la Cultura Cubana, es reconocer, en primer lugar, la esencia de las raíces cubanas.
Y claro, la identidad cultural que no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a construir el futuro de un país. (Cadenagramonte)