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Foto: ArchivoFoto: ArchivoSierra de Cubitas, 4 nov.- El cerco económico, comercial y financiero impuesto a Cuba desde hace casi seis décadas, cada vez más se institucionaliza a través de la aprobación de proclamas presidenciales y medidas legislativas haciéndolo progresivamente más cruel y abarcador.

Desde el mismo del triunfo revolucionario en 1959, dicha política no ha cesado ni un solo instante, lo que demuestra la insistencia de sucesivos gobiernos de los Estados Unidos por destruir el sistema político, económico y social elegido por el pueblo cubano.

En su discurso pronunciado el pasado 1ro de noviembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, demostró como la obsoleta política del imperio continúa afectando el desarrollo integral de la nación caribeña.

Rodríguez Parrilla enfatizó en que el bloqueo es el principal impedimento al flujo de información y al más amplio acceso a Internet y las tecnologías de la información por parte de los cubanos, al dificultar y encarecer la conectividad del archipiélago.

Asimismo, en ejercicio de esa política hostil, el Gobierno estadounidense, con pretextos increíbles y motivaciones políticas reales, incumple la cantidad de visas de emigrantes para cubanos pactada en los acuerdos migratorios vigentes; encarece y dificulta la reunificación familiar, los viajes temporales de los isleños a su territorio y restringe los vínculos familiares.

Por esa razón, los cubiteños se imponen a esa cruel política que intenta evitar los éxitos de la Mayor de las Antillas en los diferentes sectores de la sociedad, como la educación, la salud, el deporte, y muchos otros.

Los hombres y mujeres del norteño territorio agramontino también realizan esfuerzos adicionales para mitigar los efectos de la hostil ley norteamericana, apoyando así la voluntad política del Estado en función del desarrollo de los diferentes proyectos sociales.

Lo anterior demuestra que la unidad y fortaleza del pueblo son decisivas para contrarrestar los daños que provoca diariamente el bloqueo, integridad que el mundo reconoció a través de los resultados de las recientes votaciones en Naciones Unidas, donde una vez más el Gobierno que encabeza Donald Trump quedó aislado internacionalmente.