Pin It

Foto: AutoraFoto: AutoraSierra de Cubitas.- El llamado a la eficiencia en cada renglón de la economía es un ente permanente en nuestro país como algo imperecedero para el desarrollo, pero; ¿hemos pensado si cada uno de nosotros contribuimos a ello?

Par iniciar tenemos que ser consientes del momento histórico que vivimos donde Cuba enfrenta el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que le impone Estados Unidos desde hace 57 años sumando a esto el nuevo intento de la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton y los daños que esto ocasiona a la economía.

Uno de los logros de la Revolución cubana es la eliminación del desempleo, cuantiosos recursos se han empleado en la preparación del personal calificado capaz de enfrentar el creciente desarrollo de la industria y los desafíos en la búsqueda de nuevas vías de soluciones.

La cotidianidad nos lleva cada día a un sitio en el que pasamos ocho horas laborando, tiempo precioso que, aprovechándolo bien, nos conduce a cumplir cada una de nuestras funciones adecuadamente y eso es eficiencia.

Desde muy pequeños escuchamos y hasta estudiamos en varias oportunidades los valores de responsabilidad y laboriosidad, tal vez en ese momento lo hayamos visto como algo fundamental a incorporar en nuestro actuar, pero solo cuando iniciamos la vida profesional nos percatamos de su importancia como encargo social.

Pretendemos lograr una Cuba desarrollada, aumentos salariales y con ello el incremento del nivel de vida, pero es importante saber que para obtener esos beneficios cada uno de nosotros es pieza clave desde nuestro puesto de trabajo juntando laboriosidad, disciplina y responsabilidad en el logro de una mayor eficiencia.