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Foto: CadenagramonteFoto: CadenagramonteLa Habana, 13 nov.- Carlos Fernández de Cossío, director general para EE.UU. del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores (MINREX), afirmó que además de las medidas que han contribuido al recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero sobre la Isla, el agravamiento de las relaciones bilaterales se presenta también por otras acciones adoptadas por la administración estadounidense.

Al responder preguntas a Cubadebate, acerca de los elementos que en el ámbito diplomático confirman un contexto hostil, tras el restablecimiento de relaciones el 17 de diciembre de 2014, explicó que ese agravamiento se puso de manifiesto desde la llegada al poder de un segmento influyente dentro del actual Gobierno de los Estados Unidos, formado por sectores anticubanos, dispuestos a deshacer todo lo que se avanzó bajo el Gobierno de Barack Obama.

Esos propósitos consisten en llevar las relaciones a los puntos de mayor agresividad en el pasado y tratar de poner en el camino los suficientes obstáculos para que sea difícil en el futuro cualquier retorno o recuperación en los vínculos bilaterales, dijo.

Cossío puso como ejemplo la paralización de varias esferas de cooperación bilateral que se habían formalizado entre los dos países. Son casi inexistentes los mecanismos de diálogo bilateral; se han introducido obstáculos adicionales a los intercambios culturales, deportivos y educativos, así como a los vínculos entre las familias a ambos lados del Estrecho de la Florida.

A ello se suma también la degradación en el funcionamiento de las dos embajadas.

En 2017 el Gobierno de los Estados Unidos decidió unilateralmente reducir el personal de su embajada en Cuba, incluyendo el encargado de los servicios consulares, y también decidió unilateralmente expulsar de forma arbitraria e injusta a 15 funcionarios diplomáticos de la embajada de Cuba en los Estados Unidos.

Hace prácticamente un año, la embajada de los Estados Unidos también ha estado negando visas o demorando el otorgamiento de visas para funcionarios diplomáticos cubanos en la embajada en Washington.

Por supuesto, eso daña el funcionamiento de las dos misiones diplomáticas y obliga a Cuba a actuar con reciprocidad, puesto que las relaciones diplomáticas entre los países se conducen sobre la base de la reciprocidad, subrayó.

Ante la pegunta de riesgo de cierre de embajadas, Fernández de Cossío respondió que “sabemos que hay quienes dentro del Gobierno de los Estados Unidos o personas con influencia dentro de él han promovido esa intención.

“Algunos de los elementos anticubanos más extremos han dicho pública y explícitamente que buscan el cierre de las embajadas. Es una ambición concebida desde que se restablecieron las relaciones en 2015.

“Naturalmente, el Gobierno de los Estados Unidos tratará de encontrar pretextos para justificarlo en la eventualidad de que se decida a dar ese paso.

“En cuanto a las visas diplomáticas, no existe duda de que es algo que se trata de presentar como un incidente. Hasta hoy, que se conozca, no es una decisión, pero no nos sorprendería que eso pudiera suceder en el futuro.

“Lo que sí puedo asegurar es que Cuba tiene total compromiso con el buen funcionamiento de las respectivas embajadas en ambos países, como tenemos ese total compromiso con el funcionamiento de las embajadas en Cuba de todos los países con los que tenemos relaciones diplomáticas, y como tenemos la obligación de velar por el buen funcionamiento de nuestras embajadas en todas la capitales.”

Interrogado sobre esta escalada y una iniciativa de cierre de embajada por la parte cubana, el director general para EE.UU. del MINREX respondió que Cuba no se propone dar ese paso.

“No es nuestra intención, ni creemos que nadie gane con él. No gana nada nuestro pueblo, ni ganaría tampoco el pueblo de los Estados Unidos.” No obstante, aclaró que el funcionamiento de las embajadas en los respectivos países depende de la voluntad de ambas partes y se basa en la reciprocidad. Las condiciones de trabajo y de plantilla han de ser recíprocas, si bien no idénticas.

Estados Unidos no puede esperar que, al negarle determinadas condiciones mínimas a la embajada de Cuba en ese país, se le vayan a garantizar en la isla todas las condiciones que reclaman para su misión diplomática.

Añadió al respecto que Estados Unidos se niega a otorgarles visa a funcionarios de Cuba para determinadas responsabilidades en la embajada de Cuba, análogas a responsabilidades que tienen funcionarios de ellos en su embajada en La Habana. Es una posición insostenible.

Cuba actuará siempre sobre la base de la reciprocidad y está dispuesta acomodar los requerimientos de personal que tenga la embajada de los EE.UU., siempre que haya de parte de ellos la disposición de acomodar los requerimientos de personal de embajada cubana en ese país, precisó.

Respecto a las diferencias de seguridad entre La Habana y Washington, aclaró que Estados Unidos es un país donde hay mucha violencia. Ese no es el caso de Cuba.

En EE.UU. las autoridades de la Policía encargadas de la seguridad de los diplomáticos no siempre son capaces de garantizar plenamente la seguridad de los funcionarios de otros países, ni de las sedes diplomáticas. Tenemos amargas experiencias en ese sentido.

Además, se conoce bien la tolerancia e incluso la complicidad de que disfrutan los elementos más agresivos contra Cuba en EE.UU., en particular con las actuales autoridades de Gobierno.

Finalmente, Cubadebate se interesó en saber cuál podría ser la próxima medida o acción de EE.UU. contra Cuba.

Fernández de Cossío respondió que es lógico esperar nuevas medidas contra Cuba y contra lo que queda de las relaciones bilaterales, pues es algo con lo que se han comprometido públicamente.

Puede esperarse cualquiera que tenga como fin dañar a la población, perjudicar la vida cotidiana del cubano, deprimir su nivel de vida y hacerla más incómoda. Ese ha sido el sentido evidente de las medidas adoptadas a lo largo de este año, por solo referirme a las más recientes, dijo.

Es el motivo siniestro con que se concibieron las primeras medidas de bloqueo económico, y ese empeño no ha cambiado a lo largo de 60 años.

También pueden dirigirse a cortar en términos aún más absolutos cualquier contacto o intercambio entre los pueblos de ambos países, incluso los intercambios entre los cubanos que allí viven y su país de origen.

Debe comprenderse que le temen a esos contactos, necesitan impedir que la mayoría de los ciudadanos de EE.UU conozcan Cuba y desmientan, por ellos mismos, las falsedades que se divulgan sobre este país y su pueblo, añadió finalmente, el director general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. (Tomado de Cadenagramonte)