La Habana, 25 nov.- Yahima Esquivel, embajadora de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), manifestó el apoyo de la mayor de las Antillas al desarrollo de la Inteligencia Artificial desde una visión ética e inclusiva, que resalte la solidaridad y la vida en armonía.
En su intervención en el Panel virtual de Alto Nivel sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, Esquivel además explicó que la Unesco es fundamental en el diálogo global sobre la ética de la inteligencia artificial, sus desafíos, así como su impacto en el presente y futuro de la humanidad, publica Cubaminrex.
Resaltó que, mediante un instrumento normativo, la organización podrá contribuir al desarrollo y la promoción de la inteligencia artificial desde un enfoque ético, que ponga en valor la importancia de la solidaridad y de la vida en armonía, en función del beneficio de toda la humanidad, el desarrollo sostenible y la paz.
La representante cubana, también presidenta del Grupo Latinoamericano y Caribeño, (GRULAC), grupo regional de la Unesco, celebró el enfoque presente en el texto de la Recomendación de la Ética de la Inteligencia Artificial, sobre la necesidad de abordar las brechas digitales y tecnológicas, además de evitar que tecnologías disruptivas agraven aún más las desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo.
Alentó a la necesidad de establecer mecanismos que combatan los sesgos discriminatorios, no sólo a nivel técnico, presentes en las nuevas herramientas digitales, para evitar que las tecnologías en Inteligencia Artificial refuercen los estigmas, los prejuicios y las discriminaciones contra las minorías, grupos vulnerables o basadas en la etnia, la cultura, el color de piel, la religión o los ingresos.
Enfatizó en que no sólo es importante expresar la solidaridad con los países en desarrollo en términos de compartir, sino también en términos de participación, colaboración y cooperación, de acceso a la literatura científica y el fortalecimiento de capacidades, habilidades e infraestructura.
Los estados miembros de la Organización deben adoptar en la 41 Conferencia General de la Unesco, prevista para finales del 2021, el texto de la mencionada Recomendación. (ACN)