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Camagüey, 28 ago.- La pequeña Emily, de 3 años, quiere ser una superheroína para matar al coronavirus, así repetía una y otra vez con una locuacidad increíble para su corta edad, mientras conversaba con Rosa María Ramírez Montero, Presidenta Nacional de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), que en esta jornada recorrió varios puntos de interés en la capital agramontina.

La visita comenzó justamente por el policlínico Ignacio Agramonte, donde 64 niños como Emily y su hermano forman parte del ensayo clínico Ismaelillo. Luego de conversar con los pequeños, sus familiares y el equipo de salud que allí labora, agradeció la valentía de todos y reconoció cuán importante es su aporte para la vida de todos los menores en el país.

Un agradecimiento al personal de la salud se hizo patente en el centro asistencial, además de la felicitación a los niños voluntarios, pues al decir de la presidenta, “poner el brazo para recibir un medicamento en fase de prueba pudiera parecer muy fácil, pero no lo es, y por más que expliquemos el valor de lo que hacen, quizás ni los propios participantes sean capaces de comprender la magnitud de lo que están haciendo.”

“Un pinchacito pudiera parecer normal, pero este representa la posibilidad de salvar la vida de más de 2 millones de niños y adolescentes de este país”, agregó.

Como parte de su periplo por Camagüey, la presidenta de la organización pioneril llegó hasta el Hogar de Niños sin Amparo Familiar ubicado en el reparto La Zambrana, donde los ocho pequeños que allí residen junto al personal que labora en la institución, la acompañaron en una amena conversación entre risas y bailes.

Allí se ratificó que la protección de esos infantes siempre ha sido prioridad, pero en los tiempos tan difíciles que transcurren se hace de forma mucho más estricta, y a los pequeños llegó la seguridad de que en cuanto se apruebe el uso de Abdala en menores de edad, todos serán inmunizados.

Hasta el pediátrico Eduardo Agramonte Piña y a la comunidad de Santayana también llegó Ramírez Montero, representante de una organización que tiene la responsabilidad de velar por el bienestar de niños y niñas, aspecto por el que mucho se trabaja en esta provincia.

La participación de varias familias camagüeyanas en el ensayo hará posible que Abdala pueda llegar próximamente a los hombros de todos los infantes cubanos.

Ello representa una esperanza para que los más pequeños de casa puedan en algún futuro cercano volver a mostrar esas sonrisas sin la amenaza de que un virus las frustre nunca más. (RCA)