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Nueva York, 18 sep- A pocos minutos de su llegada a esta ciudad, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo un breve encuentro con los miembros de la Misión Permanente de nuestro país ante las Naciones Unidas.

En tono familiar y desde un cariño que solo nace cuando se está arropado por la total sintonía de sentimientos y perspectivas, el Jefe de Estado comentó a sus compatriotas sobre los resultados, en La Habana, de la recién concluida Cumbre del Grupo de los 77 y China.

Realmente yo creo que fue una proeza lo que hicimos, comentó el dignatario. “Haber convocado a una Cumbre de esa magnitud en los momentos actuales, en medio de la situación que también tiene el mundo, y en vísperas de desarrollarse aquí la sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, era un reto grande”, reflexionó.

El mandatario comentó que, a pesar de que “todo parece indicar que el país en que estamos ahora hizo presiones a un grupo de países para que no asistieran (a la Cumbre), logramos una convocatoria altísima”.

En lo concerniente al importante foro recién concluido en La Habana, el presidente Díaz-Canel dijo que allí “se construyó realmente un consenso”, y que se hizo evidente que los países del Sur tienen “una comunidad de intereses”.

El dignatario hizo referencia, entre temas comunes de preocupación y que conforman ese consenso, al orden económico internacional injusto, y a todas las desigualdades que ese estado de cosas provoca. Igualmente mencionó a la crisis climática y a todo lo que ella genera. Ya en un tema más específico como es el de la ciencia, la tecnología y la innovación, dijo que ese ámbito del saber deja en evidencia un grupo de brechas por cuenta de las cuales se han acentuado las diferencias a nivel global.

A propósito de lo anterior, el presidente de la República de Cuba reflexionó que actualmente, en el mundo, “el 90% de las investigaciones científicas en Salud se dedican al 10% de las enfermedades que más muertes causan; y sin embargo, a las que causan el 90% de las muertes en los países del tercer mundo, solo se le dedica el 10%”.

O sea, enfatizó, “se investiga para que quienes están muy sanos sigan sanos, pero no se investiga para que los enfermos se curen”.